¿Hacia dónde van las contralorías
regionales: departamentales, municipales y distritales?. Hoy tienen poco
futuro; la mayoría, con el mal trabajo que hacen y el resultado que presentan
están contribuyendo a su autodestrucción. A pesar de que tienen una gran
responsabilidad en materia de vigilancia y control sobre los recursos
presupuestales de propiedad de las entidades territoriales, omiten y nunca
concluyen la gestión. Tanto que no ven, que teniendo las irregularidades en sus
propias narices, el corrupto se vuela con el botín.
Contra ellas, están los indignados, es la
gente descontenta por los precarios balances que muestran los contralores
territoriales. En tanto, el ciudadano observa que el delito pasa por debajo de
los dormitorios de unos encumbrados jefes sin que sientan al enemigo que se les
están llevando las cuentas en dónde se describe el enorme desfalco, otros
duermen enervados, en su propia gloria de excelentes salarios, entre aduladores
y ególatras, esperando que llegue el epígrafe de finalización de los cuatro
años de poder.
Las contralorías regionales, en la
mayoría de las investigaciones que perezosamente adelantan, son sustituidas por
la Contraloría General de la República, que audazmente utiliza el poder técnico
que tiene y lo pone al servicio de las indagaciones con un alcance más
efectivo. Finalmente, lleva a mostrar que el control fiscal se justifica,
porque puede presentar resultados
positivos para la administración y una retribución social para la
comunidad al tener la capacidad de rescatar el caudal quilmado.
Normalmente, los contralores locales se
contentan haciendo cualquier cosa, la cual generalmente, resulta inútil frente
a la gran tarea que les corresponde en materia de proteger y conservar los dineros públicos. Estas
contralorías funcionan al ritmo de la administración que vigilan, rodeados de
un ambiente de ociosidad, burocratización y sometimiento a la politiquería
local.
Es bien sabido el origen de la elección
de los contralores regionales. Las asambleas departamentales y los concejos,
que son los entes que tienen más debilidades que fortalezas, son los encargados de hacerlo. En esos órgano se cuaja la escogencia, que de
antemano, ha sido pactada entre los candidatos a gobernador o alcalde y los
aspirantes a diputados y concejales. Y sin ningún criterio técnico y
profesional, apuntan a seleccionar a una persona, que casi siempre, viene
manchada de deshonestidad con lo cual arriman el ratón al queso.
Normalmente, las contralorías regionales,
en sus investigaciones, apenas muestran mediáticamente: “un presunto
detrimiento patrimonial”, el cual nunca se materializa. Del monto de la
responsablidad fiscal y del responsable jamás se dice nada; y el expediente,
entra a engrosar el bulto en donde se empacan los archivos desahuciados de la
entidad.
POSDATA: El sistema pensional viene castigando a los
pensionados de Colombia. Este año, a los maestros le aumentaron los salarios en
8.75%, a los empleados públicos en 6.75% y a los pensionados en 5.75%. ¡Ven la
diferencia!
(16-06-17)