DEBILIDAD INSTITUCIONAL

El panorama social y económico de la nación no pinta claro. El paro agrario no descansa de hacer daño, específicamente en los departamentos de Cauca y Nariño en que el desarrollo normal de la vida se ha visto afectado por este motivo. Sus habitantes están aislados de la civilización por el bloqueo de la carretera panamericana que viene impidiendo el paso de los camiones cargados de medicinas y demás elementos necesarios para el abastecimiento comunitario.

Han declarado los reclamantes que están descontentos por la "profundización de las políticas neoliberales del Gobierno, así como por el incumplimiento de promesas del Ejecutivo tras anteriores huelgas.” Este anuncio no lo contradice la clase media y pobre del país que se siente afectada por la acelerada inflación de precios.   

El escenario convulsionado repercute ocasionando una grave lesión a un sector mayoritario de la población, que además de encontrarse agobiado por el desamparo estatal, le llega una nueva plaga. La protesta comunitaria es legal, lo único que queda por aclararse es hasta donde es posible aceptarla cuando se prolonga tanto y no hay una pronta solución con la intervención de la autoridad.

En esta ocasión como en otras hay desavenencias que hay que limar llegando a acuerdos factibles de cumplir por las dos partes. En la cabeza del gobierno nacional está el presidente de la república, pues como jefe del estado, jefe de gobierno y suprema autoridad administrativa, maneja la nación desde el punto de vista territorial y político. Como contraparte se encuentran los líderes de la reclamación, que han reiterado el incumplimiento de los pactos por parte de unas carteras ministeriales.

Ha faltado convergencia en esta disputa social de una de las partes o de las dos, así lo ven los ciudadanos de a pie. Mientras los ministros del interior y de agricultura hablan apasionadamente por el acuerdo, los conductores del reclamo sienten desconfianza de los representantes oficiales. ¡Hay que ponerle seriedad y ecuanimidad a la conversación señores ministros!

No es la hora de hacer ahorros de recursos públicos cuando las necesidades colectivas de los más pobres están a la vista. En vez de afincarse en el anuncio de disminución de la pobreza que propangan los órganos oficiales como un éxito gubernamental, hay que llegar al arreglo cuanto antes y reconocer que nuestro Estado es Social de Derecho.

POSDATA: Acuña el dramaturgo alemán Johann C. Schiller: “A mal oficio, mal fin.”


TE DESTACAMOS: Por punta y punta cayó la gobernadora de La Guajira, Oneida Pinto Pérez, el Consejo de Estado anuló su elección por violar el régimen de inhabilidades cuando aspiró al cargo. Además, la Fiscalía General de la Nación le adelanta una investigación por la presunta apropiación de recursos públicos en la celebración de varios convenios de servicio de alimentación escolar de la niñez cuando era alcaldesa en el municipio de Albania. 

(10-06-16)

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More

 
Design by Radium | Bloggerized by Radium