LAS TERMITAS DEL ESTADO

Las Termitas del Estado, es un libro en boga. Los primeros meses del año es la época en que las entidades del Estado se dedican a rendir cuenta, como una herramienta para probar la transparencia con que se han manejado los recursos por parte de las respectivas instituciones y empresas. Aunque eso no es el todo del asunto, así lo creen los convocantes. Generalmente, es un escenario con mayoría de gente adepta a su causa, en el cual se hace un inventario a medias de las acciones y obras que ha realizado la administración, pero que no garantiza que haya habido acceso a la información durante la ejecución de los actos de gobierno. Queda un enorme vacío, por un lado, los funcionarios públicos creen haber cumplido con su deber, y por el otro, ciertos asistentes imparciales, se van del lugar con una expectativa postergada.
No basta para obedecer la legalidad lo que hoy se hace, lo verdaderamente correcto es haber cumplido con la obligación de administrar los recursos de inversiones, sin favoritismo, clientelismo y nepotismo. Como en este momento comienzan las convocatorias, es preciso que previamente, los responsables de la dirección de los organismos oficiales involucrados (incluye desde ministros hacia abajo) en esta tradicional costumbre, leyeran el libro, de reciente aparición: “Las Termitas del Estado”. Publicado por el Fondo de Cultura Económica y para su logro final recibió el apoyo de destacadas instituciones mundiales, como el Centro Internacional de Globalización y Desarrollo, la Fundación Ford y el Instituto Internacional de Educación.
Los autores, los profesores Andrés Solimano, Vito Tanzi y Felipe del Solar, han considerado que la herramienta fundamental de la transparencia es el acceso de la información en poder del Estado, condición que no cumple la rendición de cuenta como ahora se viene haciendo. El procedimiento es inadecuado, recorta la realidad; y por lo tanto, esconde el flujo total de recursos y su asignación conforme al presupuesto anual. El libro en mención es un trabajo sobre el grave problema de la corrupción estatal, sus causas y consecuencias y las medidas que podrían tomarse para erradicarla desde el Estado, partiendo de la base esencial de regirse por un gobierno democrático.
Se puede decir que el texto tiene un valor académico meritorio, fundamentado en ensayos, investigaciones, estudios y teorías y ser sus autores verdaderas autoridades en el flagelo de la corrupción, fenómeno que descompone a la sociedad colombiana, a la comunidad en desarrollo y sin excepción al resto del mundo. Buen nombre el del volumen en mención, puesto que son las termitas (comején) las que personifican al hombre perverso, las que acaban con la claridad que debe existir en el manejo de los asuntos, servicios y negocios públicos y se tragan todo o parte de los dineros que los contribuyentes han entregado al Estado a fin de atender su finalidad social.
También es posible que otros animales, distintos a las termitas, a que hacen alusión los autores del libro, hagan presencia en la esfera estatal, vestidos de serpientes, tiburones, langostas, hormigas, ratas, cucarachas, caimanes, gavilanes, arañas y polillas, entre otros. Es el montón de alimañas que desfilan para tragarse todo el aparato oficial e impedir la distribución equitativa de la renta pública, atentando contra la democracia, o deformándola, con el visto bueno de los órganos de control que operan en ciertos lugares sin resultados puntuales que mostrar.
POSDATA: La corrupción trae baja tasa de crecimiento económico, desigualdad social y pobreza. Habrá que volver sobre el contenido de Las Termitas del Estado.

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