¡Qué paradoja! Distinta es la relación social de un promotor de pirámide en Estados Unidos a la de uno en Colombia. Allá es un delincuente, aquí hasta un héroe.
Mientras en los Estados Unidos se sentenció ejemplarmente a 150 años de prisión a uno de los mayores estafadores, el promotor de pirámide Bernard Madoff, en Colombia el juicio a David Murcia de DMG se enreda, como si los estafados del país no fueran de carne y hueso.
Allá en los Estados Unidos, los abogados defensores de Madoff respetaron la decisión del gobierno de intervenir sus negocios, en Colombia uno de los abogados de Murcia, energúmenamente, salió a decir que la medida tomada era inconstitucional.
Entretanto, Madoff, durante el juicio se avergonzó de sus actos, aquí en Colombia, Murcia amenazó al Presidente de la República, retó al gobierno y ultrajó al juez.
Cuando en Estados Unidos, Madoff, fue considerado, sin excepción, por sus víctimas como: "diablo", "malvado", "asesino" e incluso "violador", en Colombia, Murcia es venerado por algunos de sus propios mártires y por otros, visto como gran empresario.
Madoff, en Estados Unidos, declara: “viviré con este dolor, con este tormento, por el resto de mi vida.”, en Colombia, Murcia, no ha tenido el menor arrepentimiento, desafía a la autoridad e incita a sus socios a abrir nuevamente la pirámide.
El abogado defensor Ira Sorkin reconoció que Madoff era un “individuo con grandes defectos”, los de Murcia lo ven como ser perfecto.
El juez del distrito de Manhattan Denny Chin, en Estados Unidos, declaró que Madoff no recibió ni una sola carta ni declaración de apoyo antes del fallo, aquí en Colombia, Murcia sí las ha recibido.
Ante las declaraciones de las víctimas de Madoff, el juez Chin, declaró: “Espero que su sentencia sea lo suficientemente larga como para que su celda se convierta en ataúd.”, en Colombia, la de Murcia servirá para perfeccionar la plataforma política que ya inició su hermano.
En Estados Unidos, la esposa de Madoff, dijo que: “está sufriendo el vacío por parte de quienes fueron sus más íntimos amigos, muchos de ellos también víctimas, e incluso de la sociedad neoyorquina, pues ahora no solo tiene problemas para ir al supermercado o a su peluquero habitual, sino que ni siquiera le quieren alquilar un apartamento”, en Colombia, la esposa de Murcia en Uruguay disfruta felizmente la plata robada a los ahorradores.
Este panorama, es la realidad de la inversión de valores que se viene propagando en Colombia desde que su clase dirigente así lo quiso. Para conseguir el poder, es necesario contar con dinero sin importar la fuente de donde éste provenga. Ya no es la inteligencia del hombre o la de la mujer la que acredita a la persona. Se impuso la horda que germina del sospechoso bajo mundo y asciende al Congreso de la República o a un alto cargo del Estado, sin el menor requisito previo de decencia y rectitud.
Mientras en los Estados Unidos se sentenció ejemplarmente a 150 años de prisión a uno de los mayores estafadores, el promotor de pirámide Bernard Madoff, en Colombia el juicio a David Murcia de DMG se enreda, como si los estafados del país no fueran de carne y hueso.
Allá en los Estados Unidos, los abogados defensores de Madoff respetaron la decisión del gobierno de intervenir sus negocios, en Colombia uno de los abogados de Murcia, energúmenamente, salió a decir que la medida tomada era inconstitucional.
Entretanto, Madoff, durante el juicio se avergonzó de sus actos, aquí en Colombia, Murcia amenazó al Presidente de la República, retó al gobierno y ultrajó al juez.
Cuando en Estados Unidos, Madoff, fue considerado, sin excepción, por sus víctimas como: "diablo", "malvado", "asesino" e incluso "violador", en Colombia, Murcia es venerado por algunos de sus propios mártires y por otros, visto como gran empresario.
Madoff, en Estados Unidos, declara: “viviré con este dolor, con este tormento, por el resto de mi vida.”, en Colombia, Murcia, no ha tenido el menor arrepentimiento, desafía a la autoridad e incita a sus socios a abrir nuevamente la pirámide.
El abogado defensor Ira Sorkin reconoció que Madoff era un “individuo con grandes defectos”, los de Murcia lo ven como ser perfecto.
El juez del distrito de Manhattan Denny Chin, en Estados Unidos, declaró que Madoff no recibió ni una sola carta ni declaración de apoyo antes del fallo, aquí en Colombia, Murcia sí las ha recibido.
Ante las declaraciones de las víctimas de Madoff, el juez Chin, declaró: “Espero que su sentencia sea lo suficientemente larga como para que su celda se convierta en ataúd.”, en Colombia, la de Murcia servirá para perfeccionar la plataforma política que ya inició su hermano.
En Estados Unidos, la esposa de Madoff, dijo que: “está sufriendo el vacío por parte de quienes fueron sus más íntimos amigos, muchos de ellos también víctimas, e incluso de la sociedad neoyorquina, pues ahora no solo tiene problemas para ir al supermercado o a su peluquero habitual, sino que ni siquiera le quieren alquilar un apartamento”, en Colombia, la esposa de Murcia en Uruguay disfruta felizmente la plata robada a los ahorradores.
Este panorama, es la realidad de la inversión de valores que se viene propagando en Colombia desde que su clase dirigente así lo quiso. Para conseguir el poder, es necesario contar con dinero sin importar la fuente de donde éste provenga. Ya no es la inteligencia del hombre o la de la mujer la que acredita a la persona. Se impuso la horda que germina del sospechoso bajo mundo y asciende al Congreso de la República o a un alto cargo del Estado, sin el menor requisito previo de decencia y rectitud.
POSDATA: Sentenciado por el escritor francés Edouard René Laboulaye: “Las paradojas de la víspera son las verdades del día siguiente.”