Edgar Vergara Figueredo
Mucha especulación mediática se presentó en
días pasados cuando la Fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) Fatou
Bensouda hizo una declaración pública, que por venir de la boca de la alta
funcionaria dio motivo para que la noticia volara por todo el territorio
nacional, con tan mala suerte que no fue bien interpretada por algunos medios
de comunicación creando confusión entre la gente.
El análisis sereno de lo manifestado por la
señora Bensouda permite deducir que el acuerdo con las FARC sí tiene dientes, a
tal punto que desmenuzan a muchos jefes de la guerrilla al poder ser
encarcelados si mienten. La Fiscal dice que el acuerdo
será la base para la construcción de una paz duradera en Colombia, insistiendo
en la rendición de cuentas que incluye sanciones efectivas. Eso esperan los
colombianos. Pero no pueden sustraerse los ciudadanos y la prensa del
compromiso de vigilar la ejecución del pacto.
Pues nada menos es importante la participación
de las personas, que de manera directa o indirecta sufrieron por los excesos de
las FARC, que vean en el pacto una convergencia de esperanza. Lo que la Fiscal
Bensouda reconoce es el lugar que ocupan las víctimas en el proceso y sus
legítimas aspiraciones de justicia. Pues alerta sobre su aplicación real y
material como una aspiración de todos y de los mártires de la confrontación.
La Fiscal de la CPI está asegura que la Jurisdicción Especial para la Paz que
se establecerá en Colombia se centre en los máximos responsables de los
crímenes más graves cometidos durante el conflicto armado. Lo cual se
interpreta como el papel fundamental que la señora Bensouda cumplirá durante
todo el proceso de aplicación de la alianza.
Es muy clara la Fiscal de la CPI al precisar que
la paz de Colombia está intrínsecamente
ligada a la aplicación de justicia bajo el Estatuto de Roma, con el
encargo de cumplir de manera estricta con sus funciones aplicándolo con
independencia, imparcialidad y objetividad. Es eso lo que queremos los colombianos,
que todos los instrumentos con que cuentan los organismos internacionales
comprometidos en el arreglo se pongan al servicio de la paz sellada con las
FARC.
Ya hemos visto en estos días que algunos jefes
de las FARC se están portando arrogantes y petulantes en vez de modestos,
creando un escenario de incertidumbre entre la gente que está dispuesta a
aceptarlos y validar la paz. ¡Señores: bajen la temperatura y cuando suelten la
lengua háganlo con modestia, moderación y respeto por las víctimas!
POSDATA: Palabras del ex presidente sudafricano
Nelson Mandela: “Si
quieres hacer la paz con tu enemigo tienes que trabajar con él.”
TE DESTACAMOS: El acuerdo con las FARC es el principio para que
desaparezcan las guerrillas en nuestro
territorio. Los colombianos no bajaremos la guardia con miras a conseguir lo
mismo con el ELN y el presidente Santos sentirse motivado para seguir
adelante.
(23-09-16)
