EL PETRÓLEO NO SE COME
Por Édgar Vergara Figueredo
El petróleo no se pudre, ha expresado el presidente Chávez, de manera enfática para amedrentar al vecino del Norte y de paso, al resto del mundo. Igualmente, hay una respuesta a esas palabras carnestolendas del mandatario venezolano, la que salta del común de voces del planeta, advirtiendo que si cierto es la sentencia pronunciada por él, deberá recordar que el petróleo no se come. Así se convierten sus discursos acostumbrados en un rifirrafe que no le hace mella a nadie, y menos a su comprador de hidrocarburo y proveedor de repuestos para la industria petrolera del país bolivariano como es Estados Unidos.
El triunfo de la oposición el pasado domingo, fue un golpetazo que dio a Chávez la nueva organización política, instaurada a fin de frenar sus ambiciones de perpetrarse en el poder y de imponer sus arbitrariedades autoritarias en beneficio personal y en contra de los intereses de la mayoría de su Nación. En su misma tierra, empezó a asumir las consecuencias de su aspiración para apoderarse de un liderazgo en el concierto latinoamericano, el cual ha sido rechazado por Brasil (entre comillas), Colombia, Chile, España, México y Perú, quedando en suspenso para hacerlo Argentina, sitio donde su lengua no ha sido bienvenida.
Mientras los opositores, el día del referéndum llamaban a la reconciliación y a la unión del pueblo venezolano, entendido este gesto como de gallardía, el presidente Chávez enquistado en la soberbia, guardaba silencio y movía los hilos del poder para acallar los áulicos del Consejo Nacional Electoral; esto, porque al cierre de las urnas ya se calculaba la derrota del mamotreto constitucional, como algunos predecían. Y, gracias al control ejercido por los rivales en cada una de las mesas de votación y la buena comunicación que habían instalado en todo el país, lograron controlar las maniobras para impedir la rapiña programada desde las alturas del poder.
No obstante, que algunos periodistas extranjeros habían hecho una exaltación del sistema electoral venezolano en la mañana del domingo, día de los comicios, en el transcurso del debate se demostró todo lo contrario. Estos árbitros quedaron mal ante el universo, ya que una demora de siete horas para entregar los resultados no es cualquier asunto de baja monta. En tanto, en Colombia, por ejemplo, una hora después de cerrarse las urnas sabemos quiénes son los ganadores. Un sistema electoral que sea permeable a la intromisión del ejecutivo, no podría ser calificado de excelente. Los susodichos periodistas internacionales fueron asaltados en su buena fe, seguramente, porque la influencia de los mayordomos del mando fue inmensamente superior a la realidad observada.
Parece, que el Presidente Chávez, está en un mundo que no es el actual, piensa solo, se olvida que el globo está unido y alerta para detener a quien quiera atentar contra la estabilidad económica. Si el petróleo es su arma amenazante, los países y sus organizaciones políticas lo podrían impedir para que la utilice autónomamente. Una sanción económica arruinaría al país. Venezuela necesita de occidente, no es una comarca desarrollada industrialmente y su empresa de alimentos es pobre, de tal manera que demanda de los países que producen comestibles y materias primas para mantener un ritmo de crecimiento aceptable y lograr controlar la inflación (bastante alta) que registra hoy su economía. ¡Quedamos pendientes, de la obsesión del futuro dictador!
POSDATA: “El Estado dictatorial, es un Estado en el cual el dictador escribe una constitución que le permite todo”, observa el politólogo italiano Giovanni Sartori.
