¿Hasta cuándo los colombianos tendrán que soportar la mala atención de las EPS y sus redes de instituciones de salud, hospitales y clínicas? (Se hacen reformas y no subsanan la situación). ¿Hasta cuándo los padres de los niños, los adolescentes y los jóvenes tendrán que aguantarse la mala calidad educativa? (A las ministros (as) les interesa es la ampliación de la cobertura). ¿Hasta cuándo la gente tendrá que resistir la falta de seguridad en las ciudades y pueblos? (Los jefes de policía siempre nos hablan de investigación exhaustiva). ¿Hasta cuándo los ciudadanos tendrán que tolerar el abuso de los bancos cobrándoles a sus clientes más de lo debido y el gobierno nacional permitiéndolo? (Los ministros de hacienda, al compás de los dueños de bancos, nos responden con la bancarización).
¿Hasta cuándo las personas tendrán que sufrir la lentitud de la justicia? (Los tribunales de justicia responde que hace falta plata). ¿Hasta cuándo la gente tendrá que permitir la negligencia de los órganos de vigilancia y control del Estado? (Los superintendentes salen a excusarse sin razón). ¿Hasta cuándo las autoridades correspondientes podrán actuar oportunamente para atender las solicitudes de las protestas ciudadanas? (Siempre llegan tarde, después de desbordarse la violencia y el caos). ¿Hasta cuándo será prioritario la enseñanza de la historia y la ética en las escuelas, colegios y universidades del país? (Eso les importa un bledo a los ministros (as) de educación y a los amos de la educación, hay crisis de educadores).
Esos hasta cuándo están en la sopa o en el plato fuerte diario del colombiano. Son escándalos permanentes que enlazan el día con la noche. Los grandes nacionales son denunciados casi siempre por la prensa, pero los locales se guardan en las procuradurías, contralorías y fiscalías de la provincia que están bien aceitadas por la politiquería. ¿Es menester pensar que el país está dirigido por mediocres, mafiosos, lacayos, o cafres como dijera el ex presidente Darío Echandía? Para muestra un botón:
Primero: Un caso insólito, como todos los demás, fue el del niño de cinco años de edad, Óscar Iván Galindo, internado por cuenta de la Nueva EPS en el hospital Federico Lleras de Ibagué. Permanecía hasta el día miércoles pasado a las puertas de la muerte, sin posibilidades de salvarse, hasta cuando su padre se puso en contacto con la Radio W, y en pocos minutos la Fundación Angelitos de Luz encontró la cama y el médico para atender al pequeño, gestión que no había podido adelantar la susodicha EPS.
Segundo: Están en los estrados judiciales los principales autores de la bancarrota de Interbolsa. Ya andan por allí unos abogados rondando en la fiscalía para negociar, pagarles a las víctimas lo arrebatado y pedir que dejen libres a los autores. Grave sería que no tengan sanción penal con cárcel. El país espera que vayan a una celda al igual que podría ir una persona del común que cometiera los mismos delitos.
Tercero: Los presuntos autores del asesinato del agente Watson de la DEA fueron aprehendidos por la policía dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes al suceso. Los autores del asesinato del joven universitario Luis Andrés Colmenares siguen sueltos y los abogados defensores de las muchachas (os) que lo acompañaban la noche del crimen enredan más la pita para dilatar el proceso. Pero en algo tienen culpa la fiscalía y los jueces que conocen el caso, para que los colombianos ya estén pensando que un muerto queda muerto cuando no tiene el billete que sí poseen los sospechosos criminales.
POSDATA: Cabe lo afirmado por el novelista español Agustín de Rojas: “Un solo maestro de vicios dicen que basta para corromper un gran pueblo.”
(21-06-13)