El ministro de hacienda Mauricio Cárdenas, a
pesar de anunciar que el gobierno y el país gozan de buena economía,
alegremente notifica que se impondrán nuevos tributos. Estamos a pocos días
para que el Congreso Nacional apruebe el presupuesto general de la nación para
el año 2015 aforado en $216.2 billones, superior en $16.3 billones al del año anterior.
Como siempre, la suma fue anunciada con anticipación, como suele hacerse anualmente
una vez se instalan las sesiones ordinarias del parlamento.
El impetuoso ministro le puso al presupuesto del
2014 el lema: Por un país justo, moderno y seguro. Igualmente, al del 2015 le
colocó: Hacer de Colombia un país en paz, más incluyente y con mayores
oportunidades. En el 2014 se impuso la palabra moderno y en el 2015 paz. Lo de seguro
del 2014 fue para apaciguar la ínfula del ex presidente Álvaro Uribe de que
Santos le cuidara sus huevitos para que no se enguaren.
No es para entusiasmar al ciudadano es para
vender el producto que el funcionario público quiere que se venda. El eslogan
es muy dado a usar por los ministros en desarrollo de sus funciones, a cambio
del apostado por el gobierno nacional que corresponde al apellido del plan de
desarrollo del respectivo cuatrienio. Parece que se enfrentara el eslogan del
jefe con el del subalterno. Pero no, en este caso cada uno por su lado. Lo que
pasa es que el ministro siempre quiere sobresalir, no oculta su prepotencia más
que los otros, y su lema se impone aunque sea entre los subordinados.
El actual ministro de hacienda Cárdenas al
igual que el anterior Juan Carlos Echeverry no ha dejado a un lado la cantaleta
de que las pensiones constituyen un gran gasto dentro del presupuesto nacional
y es tanta la obsesión que no se le ha ido de la mente la idea de impulsar un
proyecto de ley para seguir recortándolas. Indiscutiblemente es un rubro
representativo dentro del gasto que llega a $34.1 billones en 2015, el cual
aumentó de un periodo a otro 7%, menor que el crecimiento de los gastos
personales que fue del 7.4%.
Con este cuento ministerial y pasada la
campaña presidencial el gobierno olvidó la promesa efectuada en la víspera. El
candidato presidente le había jurado a las organizaciones de pensionados bajar
al 4% el aporte de salud que actualmente está en el 12%. Con el mayor cinismo el
ministro Cárdenas acaba de descartar la oferta sin ninguna explicación. Así, el
compromiso fue borrado por el alcabalero funcionario y los pensionados seguirán
pagando 8% más de lo que como trabajadores le cancelaban a las EPS.
Sin embargo, la nómina y los contratos siguen
creciendo en la burocracia nacional y ya en la Casa de Nariño no hay
escritorios para sentar a tantos ministro presidente, consejeros, asesores,
asistentes y subalternos. A la ciudadanía le corresponde el control social de los
actos del ejecutivo que afectan a los colombianos, puesto que las familias y
sus empresas son las que pagan los impuestos que financian las suntuosidades.
POSDATA: Apunta el escritor norteamericano Henry David Thoreau: “El gobierno no debe tener más poder que el que los
ciudadanos estén dispuestos a concederle.”
(12-09-14)