Parece que la
hipocresía se tomó el discurso de los niños y niñas de Colombia. Así vemos cuotidianamente
personas que fingen sentimientos contrarios a los que verdaderamente tienen, mientras
piden largas penas para los violadores, se olvidan de la obligación que les
corresponde de proteger a la infancia del abuso y omiten la denuncia ante la
autoridad correspondiente. Nada más contrario a los deberes es que la persona
como miembro de la familia y de la sociedad desconozca la obligación que le
asiste de proteger al niño y la niña.
También es cierto y
común que hay jueces que desestimen la norma constitucional sobre la protección
de los pequeños, al tomar decisiones a favor de los violadores contrariando la carta
magna que señala que los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de
los demás. De igual tenor los mismos jueces toman posiciones adversas contra la
ley al concederle a los infractores privilegios relacionados con medidas no
privativas de la libertad que la ley penal les da únicamente a los delincuentes
comunes.
Lo triste de esos jueces
es que además de desconocer la norma constitucional omiten la aplicación de muchos
textos de la Ley 1098 de 2006, código de la infancia y la adolescencia,
resultando providencias en que el juicio no se somete al imperio de la
ley.
El caso más patético
y reciente es el del violador de Barranquilla Bayron Palacio Fernández,
conocido como el “monstruo de la sierrita” que recibió el beneficio de casa por
cárcel de la juez Lía Denis Escudero Barbosa de Sincelejo. La decisión de la
juez Escudero conmovió a media nación al considerar que la medida fue tomada a
la ligera ya que bastaba la aplicación de la legislación actual para no darle
el tratamiento que le dio al prisionero Palacio.
Así como los
derechos de los pequeños están definidos como derechos fundamentales, también
hay una obligación de la familia, la sociedad y el Estado de protegerlos contra
toda forma de abandono, violencia física y moral, etcétera. Pero la familia y
la sociedad resulta egoista y el Estado representado por las tres ramas del
poder público ineficiente. ¡A pesar de existir obligaciones con los menores, la
actuación ciudadana está rezagada!
POSDATA: “Nada hay más difícil de conocer que el
hombre falso.” De la voz del poeta griego Teognides.
TE DESTACAMOS: Los
actuales senadores y representantes tienen candidatos propios para
gobernaciones y alcaldías en casi todos los departamentos y ciudades, lo cual
impide que cualquier otro postulado pueda ganarles el próximo 25 de octubre. Ya
no es solamente la plata de los presupuestos de las gobernaciones y alcaldías
la que se utiliza para la política, también ahora el poder proviene de los
ministros y de los palaciegos que inclinan la balanza. Entre la fuerza de los
presupuestos regionales versus nacionales, saldría ganando el poder del
centralismo que tiene mucho más para repartir.
(31-07-15)