El desarrollo de la vida política siempre nos toma de
sorpresa. El ex presidente Álvaro Uribe es protagonista, al referirse al
acuerdo entre el gobierno de Santos y la FARC, dijo: “Tengo que invitar a los ciudadanos que estamos con estas preocupaciones a
que actuemos en los próximos días. Cómo
vamos a resistir civilmente esto”. Descartó que su resistencia civil sea
un llamado a las armas.
Pues una cosa es lo que él propone y otra lo que piensa
la gente. Quedó en el ambiente un mal presentimiento, pues la convocatoria de
resistencia civil es un levantamiento contra el orden público, en momentos en
que el país está dividido entre los que no quieren la paz como se está
negociando y los que la aprueban con tal de que no haya más muertos en el
territorio nacional.
Como es costumbre, cierto sector político se opone a lo
que piensa el senador Álvaro Uribe, su corte palaciega y sus seguidores que
seguramente la aprueban sin salvamento. Los medios de comunicación, como
siempre, abrieron el juicio y la crítica salió a borbotones, sin desconocer el
derecho que le asiste al proponente en un sistema democrático.
Normalmente la protesta ciudadana se ha presentado como
resistencia civil o desobediencia civil y la gente la toma como sinónimo. El
profesor Óscar Mejía Quintana, abogado, académico, doctorado en filosofía y
larga trayectoria profesional, en entrevista con la W Radio Colombia
(12-05-16), hizo un análisis diferenciando los dos conceptos.
Ha dicho el doctor Mejía, que teórica y conceptualmente,
desobediencia civil es una defensa de la constitución contra leyes injustas que
vulneran los derechos particularmente de minorías. La resistencia civil es un
concepto más amplio que puede alimentar posiciones extremas contra la
constitución y el ordenamiento en general de extrema izquierda como de extrema
derecha.
Frente a la opinión del profesor Mejía, habría que
solicitarle al ex presidente Uribe que rectifique su invitación al considerarse
peligrosa, por cuanto puede conducir a una alteración del orden constitucional
contrario a la paz. Lo consecuente es que enmarque la propuesta en una
desobediencia civil. Y así, todos quedamos satisfechos.
POSDATA: Cabe citar
al filósofo estadounidense Henry David Thoreau: “La desobediencia es el
verdadero fundamento de la libertad.”
TE DESTACAMOS: Hace poco en la plaza
pública el gobernador de Córdoba Edwin Besaile Fayad, en medio del jolgorio
alchólico, afirmó: “Una de esas estigmatizaciones es la bendita, como yo le he
dicho siempre, porque para mí es bendita, la bendita mermelada. Pues yo les
digo a ustedes todos: yo voy a mermelizar a Córdoba y vamos a mermelizar a
Montería.” Ahora, pidió prudencia en la utilización de la fuerza contra las
Bacrim y advirtió que hay que salvaguardar a la población civil. No se necesita
pitonisa para interpretar lo que dijo en las dos ocasiones.
(13-05-16)