IMPUESTOS DULCES Y SALADOS

PRELUDIO: Con la reforma tributaria desaparecerá el almuerzo favorito de los pobres en Colombia: “colombiana con pan.” El nuevo impuesto a las gaseosas recortará la cantidad de bebida gaseosa que podría comprar el ciudadano, $300 por litro es bastante impuesto.

Este gravamen ha sido recomendado por el ministro de salud, Alejandro Gaviria, aduciendo que el azúcar engorda, es un argumento pueril, la medida es autenticamente fiscalista. Tan infundado como lo sucedido en el congreso en 2013, cuando un miembro presentó el proyecto de ley número 143, el cual decretaba: “Se prohíbe la exposición de saleros u otros recipientes destinados a contener sal, en los comedores, restaurantes o cualquier otro lugar en que ofrezcan alimentos.”

Adicionalmente el paquete de reforma tributaria presentado al congreso de la república por el ministro de hacienda, Mauricio Cárdenas, trae otro regalito de navidad, el aumento del IVA en 3 puntos, de 16% a 19%. Aunque el gobierno nacional no lo quiera reconocer vendría un incremento general de precios de los alimentos gravados, el cual incidirá en el costo de vida a partir de enero 2017.

A los empleados de $1.400.000 de sueldo también los martillaron. Es posible que el aumento de los salarios de los trabajadores pactado entre gobierno, empresarios y trabajadores, se haga teniendo en cuenta apenas la inflación del año 2016, medición que resultaría deficiente frente al crecimiento automático de los precios en el próximo año.

La sostenibilidad económica de que habla el ministro Cárdenas se consigue con auteridad en el gasto público, eliminando lo superfluo y las tranferencias a los políticos. Estas gabelas constituyen una gran carga para el Estado, ya que los millones de millones que se entregan a políticos son manejados a su arbitrio, al seleccionar ellos mismos a dedo a los contratista y disponer desordenadamente de la inversión social.

El impuesto sustrae el ingreso del ciudadano y enriquece las arcas del gobierno sin saber la clase de manos que lo manejará. Normalmente en Colombia las reformas tributarias se hacen cada cuatro años, la mayoría, aconsejadas por organismos internacionales que le cuidan la plata a los grandes prestamistas y a las empresas extranjeras, para garantizar: el capital y los intereses de la plata prestada y las ganancias de sus inversiones.

La gente de las regiones debe estar pendiente del voto de los congresistas en la reforma tributaria, especialmente de aquellos que han ofrecido actuar mesuradamente. Se sabe que la mayoría de la “U”, Liberales y Conservadores sufragarán positivamente y también se sabe que la mayoría de la oposición Verdes y Polo no acompañarán a la corte palaciega.

POSDATA: Del escritor inglés Thomas Paine: “Hay dos clases distintas de personas en la nación, aquellos que pagan impuestos y aquellos que reciben y viven de los impuestos.”


TE DESTACAMOS: Sr. Presidente Juan Manuel Santos asuma sus atribuciones constitucionales, atienda lo que considere bueno para la patria, y ejecute el acuerdo con las FARC. ¡La PAZ es ya, o nunca!

(28-10-16)

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