Edgar Vergara Figueredo
En el año 2016 se demostró que la corrupción política y administrativa pervive en nuestra sociedad. Generando un país, en que cada día hay más colombianos pobres y políticos más ricos. El robo de las finanzas de saludcoop; que a pesar de que el actual fiscal Humberto Martínez, recién posesionado, prometió desempolvarlo, sigue descolorido en los anaqueles de la fiscalía general de la nación, tal cual lo dejó su antecesor Montealegre. Por eso se necesitó la reforma tributaria.
Los ministros y gerentes de entidades del Estado llegan a la administración torcidos. Los gobernadores, alcaldes, diputados y concejales se hacen elegir con plata de las arcas públicas, de las mafias de contratistas corruptos y de narcotraficantes. Por eso se necesitó la reforma tributaria.
La refinería de Cartagena (Reficar), un desfalco denunciado por el Contralor Edgardo Maya. Ministros, ex presidentes y miembros de la junta directiva de Ecopetrol están enredados, apenas nombrados desde lejos como un caso sonado; pero, que la prensa guarda distancia, sin reaccionar frente al clamor ciudadano que pide que aparezcan los que se llevaron el botín. Por eso se necesitó la reforma tributaria.
Recientemente, Odebrecht, 11 millones de dólares, (cerca de $33.000 millones), investigado por la contraloría general de la república. Se sabía de antemano que esta empresa estaba enredada en el Brasil, y, sin embargo, en Colombia le dieron contratos a través de jugosos CVY (como voy yo), repartidos entre el curubito del poder. Por eso se necesitó la reforma tributaria.
El túnel de la línea, un contratista mentiroso. Cuantiosas sumas de dinero público invertido sin resultado social, porque la obra debió terminarse en el año 2013. No obstante, a pesar de que la interventoría en el año 2014 pidió la caducidad del contrato, el ministerio de transporte no actuó a tiempo. Por eso se necesitó la reforma tributaria.
Electricaribe, una empresa de los españoles, que no llegaron al país a enjuiciar y matar como lo hizo Pablo Morillo, sino a desmantelarles los ingresos a la gente y a las empresas consumidores de energía eléctrica de la costa caribe colombiana. Por eso se necesitó la reforma la tributaria.
El ministro Mauricio Cárdenas, el mismo de Dragacol, lo recordaremos por el despilfarro de las regalías del petróleo, el aumento del costo de vida con más IVA y el mínimo salario mínimo para los más pobres de Colombia. Y sobre la justicia. ¡Los magistrados de las altas cortes tienen la palabra!
POSDATA: El presidente de Venezuela Nicolás Maduro, está chiflado. El pajarito cada vez le habla más locuras que son evaporadas por un desquiciado. Creer que en Colombia él se puede hacer elegir alcalde de Cúcuta, o gobernador de Norte de Santander, o presidente de Colombia, como lo dijo, es algo descabellado. Vive de sensaciones producidas por sus estados demenciales de un “venezolanito” loquito. ¡Que Maduro siga delirando, con eso hace circo para que su pueblo olvide el hambre!
(06-01-17)
