Cuando Ignacio Ramonet, autor del libro “Fidel Castro, biografía a dos voces” escribió en París el prólogo el 31 de diciembre de 2005, no tenía ni la menor idea de que pronto Fidel enfermaría y dejaría a su hermano en el poder. Pero Castro se lo anunció ante una pregunta del periodista de la siguiente manera: “Si a mi me pasa algo mañana, con toda seguridad que se reúne la Asamblea Nacional y lo eligen a él (se refiere a su hermano Raúl), no le quepa la menor duda. Se reúne el buró político y lo eligen.” Así fue, ante el vacío por la gravedad de la salud del Comandante quedó en el poder Raúl, a pesar de que Fidel reconoce que éste no es tan joven y está muy cerca de él en años.
A Castro lo han desahuciado algunos agentes de seguridad norteamericanos. La CIA, ya habían dicho antes que tenía Parkinson y últimamente los medios del Norte, cáncer. Un médico español ha desmentido que esta última peste esté acabando con el líder cubano. Y el mundo lo ha comprobado, pues allí está vivido, coleando y mandando desde su lecho de convalecencia. Fidel profesa fe en las generaciones que le han seguido y que están con él dando la batalla para mantener la revolución socialista y asegurar su funcionamiento en el futuro. Sostiene que la revolución no se basa en ideas caudillista, ni en culto a la personalidad, se basa en principios.
Las páginas que llenan la entrevista de cien horas del libro de Ramonet, ilustran la fortaleza del mandatario de la Isla. Empieza con el engendró de la revolución, el triunfo, el desarrollo, las dificultades, las invasiones de los yanquis, la construcción del socialismo, la corrupción, la desaparición de la URSS, la preparación de líderes para reemplazarlo, los cimientos en que está construido el sistema y la creencia en que perdurará, pues los años de vigencia son suficientes para resistir los embates de la oposición, de los enemigos y del imperio norteamericano. Ahora que Chávez transita por el mismo camino de Fidel, el contenido del libro recobra importancia académica y política, en tanto que marca una tendencia ideológica de la nueva América Latina con las posiciones que están adoptando los líderes de los gobiernos de la región.
Ante las predicciones sobre un retiro forzoso por su edad, Castro las niega y pone de ejemplo lo afirmado por Platón en su libro La República, “que la edad ideal para ocupar cargos de gobierno es después de los cincuenta y cinco años. Pienso que, según él, esa edad ideal debía ser los sesenta años. Y me imagino que sesenta años en la época de Platón vienen a ser alrededor de ochenta años hoy….” Un ejemplo para quienes creen que todo el tiempo uno es joven y que al llegar a la vejez el ser humano no le queda otro camino que el descanso eterno.
David E. Hoffman autor del libro: “Los Oligargas”, nos ilustra sobre el proceso de transición del socialismo al capitalismo que sufrió la URSS ante la crisis del Estado Comunista. Es una enseñanza para Cuba, que sus líderes tienen que tener en cuenta y aprender para no caer en el mismo error y evitar que los allegados al poder se adueñen de la riqueza nacional. El sacrificio que han hecho los cubanos para la construcción de su país bajo principios de igualdad social no podría votarse por la ventana, a sabiendas que desaparecidos los Castros queda el camino para que unos cuantos se queden con la fortuna de la Nación si se decide por el capitalismo rampante.
Justo a tiempo cualquier apertura tiene que ser planificada, ya que el camino que siguió la URSS para implantar el capitalismo no sirve de ejemplo para la Isla, a no ser que se piense en un Estado Socialista modelo Siglo Veintiuno (distinto a lo que se hizo en aquel país); no obstante, en este caso no se descarta que unos pocos sean los nuevos ricos a costa de la propiedad estatal y del holocausto de la gente y de los trabajadores. Por lo que pase en el futuro se reconocerá si ahora se tenía la razón para hacer esta previsión.
POSDATA: Sobre lo que venga el escritor alemán Richard Wagner, afirma: “El pueblo tiene sed de ejemplos porque tiene necesidad de fe”.
A Castro lo han desahuciado algunos agentes de seguridad norteamericanos. La CIA, ya habían dicho antes que tenía Parkinson y últimamente los medios del Norte, cáncer. Un médico español ha desmentido que esta última peste esté acabando con el líder cubano. Y el mundo lo ha comprobado, pues allí está vivido, coleando y mandando desde su lecho de convalecencia. Fidel profesa fe en las generaciones que le han seguido y que están con él dando la batalla para mantener la revolución socialista y asegurar su funcionamiento en el futuro. Sostiene que la revolución no se basa en ideas caudillista, ni en culto a la personalidad, se basa en principios.
Las páginas que llenan la entrevista de cien horas del libro de Ramonet, ilustran la fortaleza del mandatario de la Isla. Empieza con el engendró de la revolución, el triunfo, el desarrollo, las dificultades, las invasiones de los yanquis, la construcción del socialismo, la corrupción, la desaparición de la URSS, la preparación de líderes para reemplazarlo, los cimientos en que está construido el sistema y la creencia en que perdurará, pues los años de vigencia son suficientes para resistir los embates de la oposición, de los enemigos y del imperio norteamericano. Ahora que Chávez transita por el mismo camino de Fidel, el contenido del libro recobra importancia académica y política, en tanto que marca una tendencia ideológica de la nueva América Latina con las posiciones que están adoptando los líderes de los gobiernos de la región.
Ante las predicciones sobre un retiro forzoso por su edad, Castro las niega y pone de ejemplo lo afirmado por Platón en su libro La República, “que la edad ideal para ocupar cargos de gobierno es después de los cincuenta y cinco años. Pienso que, según él, esa edad ideal debía ser los sesenta años. Y me imagino que sesenta años en la época de Platón vienen a ser alrededor de ochenta años hoy….” Un ejemplo para quienes creen que todo el tiempo uno es joven y que al llegar a la vejez el ser humano no le queda otro camino que el descanso eterno.
David E. Hoffman autor del libro: “Los Oligargas”, nos ilustra sobre el proceso de transición del socialismo al capitalismo que sufrió la URSS ante la crisis del Estado Comunista. Es una enseñanza para Cuba, que sus líderes tienen que tener en cuenta y aprender para no caer en el mismo error y evitar que los allegados al poder se adueñen de la riqueza nacional. El sacrificio que han hecho los cubanos para la construcción de su país bajo principios de igualdad social no podría votarse por la ventana, a sabiendas que desaparecidos los Castros queda el camino para que unos cuantos se queden con la fortuna de la Nación si se decide por el capitalismo rampante.
Justo a tiempo cualquier apertura tiene que ser planificada, ya que el camino que siguió la URSS para implantar el capitalismo no sirve de ejemplo para la Isla, a no ser que se piense en un Estado Socialista modelo Siglo Veintiuno (distinto a lo que se hizo en aquel país); no obstante, en este caso no se descarta que unos pocos sean los nuevos ricos a costa de la propiedad estatal y del holocausto de la gente y de los trabajadores. Por lo que pase en el futuro se reconocerá si ahora se tenía la razón para hacer esta previsión.
POSDATA: Sobre lo que venga el escritor alemán Richard Wagner, afirma: “El pueblo tiene sed de ejemplos porque tiene necesidad de fe”.