Aunque no hay una relación matemática comprobada entre la reducción de la cantidad de pobres y el aumento de ricos en el mundo, lo cierto es que cada día la riqueza se concentra en menos manos con tendencia a aumentar y la pobreza no está extinguiéndose tan rápido como deseamos que sea su curso. Más de 1.100 millones de personas viven en el mundo con un dólar al día, o sea $66.000 mensuales. Son 205 millones los pobres que habitan en la América Latina. Y, en Colombia el 55.3% de la población es pobre y el 19,5% está en el segmento indigente.
En el caso colombiano, según las estadísticas de la Misión para la Reducción de la Pobreza y la Desigualdad, la pobreza y la indigencia se atomizan en todo el territorio nacional y afectan principalmente a la población de niños menores de 11 años. El analfabetismo, que es una causa del abandono, se concentra en las regiones Pacífica y Atlántica. Los pobres dependen de los sectores informal de la economía y agropecuario. Los que tienen ingresos laborales, tanto el empleo como sus rentas son determinantes de pobreza. La tasa de desempleo afecta más a los hombres y mujeres pobres que a los no pobres. El acceso a los servicios públicos como electricidad, acueducto y alcantarillado es limitado a los menesterosos. En fin, pobreza es pobreza, en todos sus estratos incluidos los mal llamados desechables.
Los ricos, por el contrario, son pocos y en unos cuantos se concentra la fortuna del universo, multiplicada anualmente por las ganancias de sus empresas. A propósito del tema, la visita de Bill Gates a Colombia, el hombre más rico del mundo, con un tesoro en su bolsillo que vale 51.000 millones de dólares, fue la noticia de la semana. Ha declarado que ha resuelto dedicar su tiempo a la fundación: Bill & Melinda Gates, que él fundo con su esposa Melinda. Seguramente, su presencia ya no es tan necesaria en Microsoft y entonces decide darse el lujo de tomar las riendas de
su corporación filantrópica, cuya actividad llena su corazón evitando que el diablo se lo petrifique.
Los hombres más ricos del planeta están en los Estados Unidos y seis destacados por la revista Forbes coinciden pertenecer a la industria informática. Además de Gates (dueño de Microsoft), se encuentran: Paul Allen (cofundador de Microsoft) con 22.500 millones de dólares, Michael Dell (fundador de Dell) con 18.000 millones de dólares, Larry Ellison (creador de Oracle) con 17.000 millones de dólares, Steve Ballmer (presidente ejecutivo de Microsoft) con 14.000 millones de dólares y Sergey Brin y Larry Page (de google) con 11.000 millones de dólares. En total concentran en sus manos la apreciable cantidad de 133.500 millones de dólares (que no es bicoca), suma que llevada a pesos colombianos difícilmente podría escribirse en un tablero escolar.
En contraste, el presupuesto nacional de Colombia para el año 2007 asciende a $117.6 billones, equivalentes a 50.076 millones de dólares, representa el 37.5% de la riqueza de solo seis propietarios de empresas informáticas de los Estados Unidos. ¿De cuál distribución de riqueza nos hablan los teóricos del mundo globalizado? ¿Se están cumpliendo la función social de las empresas trasnacionales?
Que los pobres sean un poco menos pobres no es la meta para lograr la erradicación de los hambrientos del planeta. Repartir un salario en dos, tampoco. ¿Será que las empresas de estos ricos cumplirán la función social que les corresponde? Amén de crear fundaciones (pellizco a sus fortunas), para empezar deberían socializar la producción mediante el mecanismo de precios asequibles. Además, pagar más impuestos al Estado y no incidir en los gobiernos para desviar las decisiones en favor de los pobres y la distribución de la propiedad.
POSDATA: Con razón el escritor sueco Axel G. Oxenstierna en el siglo XVII, afirmó: “Pasar de la pobreza a la opulencia es tan solo cambiar de miseria”
En el caso colombiano, según las estadísticas de la Misión para la Reducción de la Pobreza y la Desigualdad, la pobreza y la indigencia se atomizan en todo el territorio nacional y afectan principalmente a la población de niños menores de 11 años. El analfabetismo, que es una causa del abandono, se concentra en las regiones Pacífica y Atlántica. Los pobres dependen de los sectores informal de la economía y agropecuario. Los que tienen ingresos laborales, tanto el empleo como sus rentas son determinantes de pobreza. La tasa de desempleo afecta más a los hombres y mujeres pobres que a los no pobres. El acceso a los servicios públicos como electricidad, acueducto y alcantarillado es limitado a los menesterosos. En fin, pobreza es pobreza, en todos sus estratos incluidos los mal llamados desechables.
Los ricos, por el contrario, son pocos y en unos cuantos se concentra la fortuna del universo, multiplicada anualmente por las ganancias de sus empresas. A propósito del tema, la visita de Bill Gates a Colombia, el hombre más rico del mundo, con un tesoro en su bolsillo que vale 51.000 millones de dólares, fue la noticia de la semana. Ha declarado que ha resuelto dedicar su tiempo a la fundación: Bill & Melinda Gates, que él fundo con su esposa Melinda. Seguramente, su presencia ya no es tan necesaria en Microsoft y entonces decide darse el lujo de tomar las riendas de
su corporación filantrópica, cuya actividad llena su corazón evitando que el diablo se lo petrifique.
Los hombres más ricos del planeta están en los Estados Unidos y seis destacados por la revista Forbes coinciden pertenecer a la industria informática. Además de Gates (dueño de Microsoft), se encuentran: Paul Allen (cofundador de Microsoft) con 22.500 millones de dólares, Michael Dell (fundador de Dell) con 18.000 millones de dólares, Larry Ellison (creador de Oracle) con 17.000 millones de dólares, Steve Ballmer (presidente ejecutivo de Microsoft) con 14.000 millones de dólares y Sergey Brin y Larry Page (de google) con 11.000 millones de dólares. En total concentran en sus manos la apreciable cantidad de 133.500 millones de dólares (que no es bicoca), suma que llevada a pesos colombianos difícilmente podría escribirse en un tablero escolar.
En contraste, el presupuesto nacional de Colombia para el año 2007 asciende a $117.6 billones, equivalentes a 50.076 millones de dólares, representa el 37.5% de la riqueza de solo seis propietarios de empresas informáticas de los Estados Unidos. ¿De cuál distribución de riqueza nos hablan los teóricos del mundo globalizado? ¿Se están cumpliendo la función social de las empresas trasnacionales?
Que los pobres sean un poco menos pobres no es la meta para lograr la erradicación de los hambrientos del planeta. Repartir un salario en dos, tampoco. ¿Será que las empresas de estos ricos cumplirán la función social que les corresponde? Amén de crear fundaciones (pellizco a sus fortunas), para empezar deberían socializar la producción mediante el mecanismo de precios asequibles. Además, pagar más impuestos al Estado y no incidir en los gobiernos para desviar las decisiones en favor de los pobres y la distribución de la propiedad.
POSDATA: Con razón el escritor sueco Axel G. Oxenstierna en el siglo XVII, afirmó: “Pasar de la pobreza a la opulencia es tan solo cambiar de miseria”