FUTURO DE LOS PENSIONADOS

Me escribe una lectora para que analice su caso, está preocupada; cree que es poco lo que recibirá frente a las expectativas, cuando le llegue la edad de pensión. Prevé, que si sus ahorros en un fondo privado dependen de los vaivenes de los precios de las acciones, de los bonos del gobierno y del portafolio financiero, como hasta ahora ha sucedido, se vería desfavorecida para conseguir una mesada digna cuando esté vieja. Para ilustrar el asunto me envía los datos de las cuentas que registran sus extractos trimestrales del fondo de pensiones al cual ella está afiliada.

Antes de entrar a estudiar el caso planteado, es menester consignar unas precisiones en materia del régimen de pensiones, que es desconocido por los propios afiliados, pues a diario aumentan las inquietudes. De acuerdo con la Ley 100 de 1993, el sistema general de pensiones está compuesto por dos regímenes solidarios excluyentes pero que coexisten, a saber: 1) Régimen solidario de prima media con prestación definida, y 2) Régimen de ahorro individual con solidaridad. A renglón seguido, la norma dispone que la selección de uno cualquiera de los regímenes previstos sea libre y voluntaria por parte del afiliado, quien para tal efecto manifestará por escrito su elección al momento de la vinculación o del traslado.
La administración del régimen solidario de prima media con prestación definida está a cargo del Instituto de Seguros Sociales (ISS) y el régimen de ahorro individual es atendido por el conjunto de entidades autorizadas para manejar los recursos privados y públicos destinados a pagar las pensiones y prestaciones que deban reconocerse. Este último sistema está basado en el ahorro proveniente de las cotizaciones de los afiliados y sus respectivos rendimientos financieros. Pues siendo así, el valor de la pensión va a depender de la cantidad de ahorro que la persona acumule durante su vida laboral, o sea que entre más ahorro mayor será la mesada pensional, totalmente distinto al sistema del ISS que la base es el valor del salario devengado por el trabajador.
El asunto es el siguiente: entre el 1° de julio de 2005 y el 31 de marzo de 2007, la afiliada había aportado al fondo de su salario $4.088.220, de los cuales le hicieron descuentos por $1.197.720, quedando de sus ahorros $2.890.500. Los rendimientos financieros durante el periodo fueron $4.669.523, y las pérdidas, como consecuencia de la crisis económica, $2.044.720, para un saldo como beneficio neto por $2.624.803. Por supuesto, el ahorro se afectó por los descuentos y los rendimientos por las pérdidas. Al inicio del periodo ella tenía un capital de $11.073.770 (1° de julio de 2005), al cual sumado el ahorro (restando los descuentos) y el beneficio financiero neto (descontada las pérdidas), se llega a $16.589.073, que coincide con el dato que reporta el extracto del fondo en 31 de marzo de 2007.

Se desprende de lo anterior, que la ganancia neta obtenida durante 21 meses, respecto del capital inicial fue de 12.8%, y del final 9.4%. Teniendo en cuenta que la tasa de inflación se situó en 4.9% en 2005 y en 4.5% en 2006, el rendimiento de la cuenta de pensión, escasamente alcanza a cubrir las tasas de inflación durante el tiempo del ahorro. O sea que está en lo cierto la lectora, cuando presiente que los ahorros de su cuenta del fondo privado de pensión apenas le darán una modesta mesada, muy inferior a la proyección que ella había hecho como afiliada al régimen del ISS, lo cual prueba que el sistema de ahorro no es bueno como lo pintan.

La legislación sobre pensión es la traducción de la política del Estado Neoliberal, y es el fruto de las reformas meñiques hechas al sistema pensional, redactadas por los burócratas de turno con la colaboración de la mayoría del congreso de la república, que en conjunto han creído y creen que el hombre nunca llegará a viejo, porque la máquina humana no tiene depreciación que contabilizar para bajar los impuestos; son los mismos, que castigaron a sus padres y abuelos, y sin darse cuenta se están abriendo el camino hacia la caridad pública cuando les llegue el retiro forzoso.

POSDATA: El poeta romano Publio Ovidio nos actualiza: “Una pequeña fuerza acaba con lo que ya ha sido quebrantado”

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More

 
Design by Radium | Bloggerized by Radium