ESTOFADO DE DENUNCIAS

Alarmante la cifra de más de 400 casos de corrupción en Córdoba; sumando esto a los hechos ocultos de los departamentos vecinos del Caribe, el guarismo sobrepasa más de miles. Sin embargo, al Zar Anticorrupción del Gobierno Nacional todavía le quedan muchos casos enredados en los escritorios de la Presidencia de la República que él no alcanzó a incluir en el mamotreto que apila el proceso de asuntos pendientes de tramitar. Anda el Zar por la región preparando los Pactos por la Transparencia, los cuales suelen vociferarse habitualmente entre la población y los gobiernos seccionales, con resultados desiertos que no se traducen en la contención del delito para que éste no siga prosperando.
Es un desgaste cotidiano que el Vicepresidente viajero al suscribirlos acumula en su memoria de trabajo habitual para la ocupación del tiempo. Pues por los balances, los pactos son apenas una labor mediática, que a pesar de contar con comités de seguimiento local, no taponan el mal estereotipado de nuestras malas costumbres. Los pactos, aunque llenos de buenas intenciones, sabemos que no se cumplen. En el pasado se hizo uno aquí, otro en Sincelejo y cuantos más en el resto de ciudades del país. En conclusión: el arqueo de la gestión encomendada no es positivo. Apenas un anacoreta se emocionaría del evento porque nutre su pensamiento en el estado solitario.
Son muchos los casos de robo y saqueo. Las deudas de la administración del departamento de Córdoba que antes eran más de 800.000 millones de pesos, hoy son 614.000 millones según la gobernadora (El Meridiano de Córdoba, 09-09-08, p. 4A). Lo cierto, es que nada de eso corresponde al monto del caos financiero, de antemano se sabe que los folios de la contabilidad departamental se acomodan por el escribiente a la voluntad del gobernante de turno y su clientela. A cuenta de la misma administración, la Gerencia Departamental de la Contraloría General de la República sigue procesos por malversación de recursos de regalías, anomalía realizada mediante contratos leoninos en sectores claves como: educación, salud, electrificación y acueductos, celebrados en el pasado por parte de gobernadores del Departamento de Córdoba. Tanto el déficit como la feria contractual son signos de profunda corrupción en las oficinas del Departamento. A pesar de todo esto, los contratistas, entre otros, Asosanjorge, sociedad señalada como parte de la vagabundería, tiene el camino abierto para almacenar más contratos y nada pasa. Estas irregularidades se suman al inventario ya existente, porque los sucesos enviciados vienen de tiempo atrás, y si se esculca al por menor aparecerían acrecentándose.
La gente de la región de La Mojana delata que los 15.000 millones de pesos proyectados para invertir, o en proceso de inversión, en obras de contención para proteger a la región de las inundaciones, corren peligro por errores de diseño, y por lo tanto, presienten que la plata se pierda definitivamente en esta finalidad si el Gobierno Nacional no atiende sus reclamos y endereza lo torcido (El Meridiano de Sucre, 01-09-08). Sería un crimen que comete el alto gobierno, si no se atiende puntualmente lo que piden estas personas y sus autoridades.
El Zar Anticorrupción de la Presidencia de la República lo que tiene que hacer es sistematizar los 400 casos anunciados el pasado martes en Montería y los demás que tiene en su carpeta ambulatoria sobre Sucre y la región, a fin de poner en conocimiento de la ciudadanía los resultados de las investigaciones adelantadas en cada uno de los órganos de control competentes, ya que hasta ahora como siempre, nada se sabe al respecto. De otra manera, si la gente se mantiene desinformada, los acuerdos de nuevos Pactos por la Transparencia en las regiones de Colombia, quedarían sin validez, mientras la desconfianza pública se intensifica. Esta es una buena ocupación para el Zar que recorre los caminos. ¡Estaremos atentos!
POSDATA: Para el caso, se ajustan las palabras del tratadista español Fray Pedro Manero: “Es vituperable el desligarse de la verdad conocida”