ALIANZAS ARROGANTES DEL VECINO

Cuando la gente ve al Presidente de Venezuela Hugo Chávez tan opulento de palabras para la amenaza y granjearse frente a Latinoamérica por el armamento comprado a Rusia, se aterra de su arrogante cinismo. No es para menos la preocupación sobre esta cuestión, sin embargo, queda en la opinión pública un blanco por llenar, que es el silencio de Estados Unidos frente a la intención sicológica del mandatario de hacer lo mismo con la gran potencia, que aunque no le hace cosquillas la artillería chavista, los países de la región esperan una mayor reacción política ante lo que está pasando con las veleidades del vecino de Colombia.

Los mensajes de Chávez son contra el pueblo colombiano del que tanto se llena la boca para tratarlo de “hermano”. Esto, aún más hierve la sangre de los nacionales, que ven en él representada la hipocresía exagerada. De manera altanera y mordaz manda a callar a todo el mundo, para luego, sin el menor sonrojo dignificarse en sus viajes y recibir canonjías inmerecidas. Es el hombre del espectáculo regional que ciertos quieren y las mayorías odian. Es un aficionado al culto a la personalidad, sus retratos engalanan todo lo que pretende enarbolar al príncipe.

Ahora, después de la reunión de Unasur en Bariloche, Argentina, se sabe que la carrera armamentista es una sumatoria de hechos, empezando por Chile y Ecuador que fortalecieron su flota aérea, luego Venezuela y Brasil en el mismo camino, pese a que en todos estos países hay pobreza y hambre, todavía mueren gentes adultas, niños y niñas y hay ancianos en la desolación y el desamparo gubernamental. En buena hora el Presidente Alan García de Perú pone el grito en el cielo por esos hechos, consabido de que su morador limítrofe se rearmó puede constituirse en el futuro en una amenaza para la tranquilidad interna de su Nación. Por eso ha llamado la atención a la OEA, a Unasur, a la CAN, y a Mercosur para que hagan un seguimiento permanente para terminar con la absurda tendencia regional.

El mayor peligro lo tiene Colombia respecto al gobierno de Venezuela, gracias a que no estamos tan alejados de los Estados Unidos, se podría proyectar alguna garantía para frenar a quien nos amedranta cotidianamente y aplacar la paranoia del Presidente Venezolano, que con el antifaz bolivariano, quiere hacernos creer que defiende el pensamiento del Libertador Simón Bolívar. ¡Semejante contrariedad! No somos tan tontos para aceptar ese absurdo criterio comparativo, seguimos esperanzados del despertar de la academia regional que deberá construir un frente de contención a las mentiras de Chávez.

Chávez busca en la otra orilla a Rusia, una aventura que no garantiza sus intenciones de respaldo a las aspiraciones de invasión, que son una realidad desde el mismo momento en que se conoció un documento develado recientemente. Tan junto que ha estado Chávez del ex presidente Fidel Castro, que sí conoció de cerca a la Unión Soviética, y ha omitido preguntarle sobre sus relaciones con ese conglomerado. De Castro, recibiría como respuesta un mensaje, que no sería otro, de que Rusia jamás se enfrentaría a Estados Unidos por Venezuela en caso de una agresión norteamericana. Más aún, cuando no es el comunismo cerrado el que hoy gobierna a Rusia, sino el capitalismo que se expande y obnubila a sus dirigentes y acrecienta la ambición de los líderes pobres del pasado que ahora son ricos.

POSDATA: Un recordatorio del escritor francés Louis Bottach: “Las almas ruines no conocen otro medio de encumbrarse que el de rebajar a los demás.”

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