HACIA LA RECUPERACIÓN ECONÓMICA

La economía mundial está en proceso de reactivación. Colombia sigue el mismo tránsito que se deduce de algunos resultados macroeconómicos que dan lugar a predecir un buen futuro. Es decir, soplan vientos de recuperación de la economía nacional. En lo social, las cuentas que se contabilizan permiten pronosticar que el empleo en el 2010 aumentaría. Sin embargo, algunos observadores no están seguros de que esto ocurra. Cierto es, que cuando llegó la recesión el año pasado, los empresarios despidieron gente. Fue una reacción normal, porque sus ventas se vinieron abajo y lo recomendado era recortar los presupuestos de gastos.

Entre el optimismo y la prudencia, el análisis económico es inseguro cuando se trata de comprobar si la reactivación de la economía podría llevar a la creación de nuevos puestos de trabajo desde ya. Como hay posibilidades de medidas que aseguren el proyecto de crecimiento, con el fruto de la inventiva y del emprendimiento es posible mantener la dinámica económica. Del Estado se espera la acción de intervención, sin que se altere el nivel de inflación proyectado. El incremento del gasto público y los incentivos empresariales son fundamentales en este sentido. El gasto público apalancaría la redistribución de la renta y la reducción de las desigualdades y financiaría la lucha contra la corrupción a fin de maximizar los ingresos públicos y evitar que se los roben.

Todas las acciones proactivas traen beneficios. El crédito bancario, indispensable para la dinámica económica y el crecimiento, estará comprometido a cumplir su tarea, proporcionando el servicio a los sectores abanderados de la producción y a la mediana y pequeña empresa. El Banco de la República ha entendido el asunto y ha sido serio en mantener la tasa de interés, pero los banqueros privados se ocupan más de las ganancias que entender que su misión tiene una función social.

A pesar de que al final de 2009 la tasa promedio de desempleo fue del 12% y la última que se conoce es similar, es más preocupante la focalización del problema, existen más de seiscientos jefes de hogar desempleados que fácilmente dejan por fuera del mercado a tres millones de personas. Los empresarios no pueden ser mezquinos como tampoco petrificarse cuando crece la confianza y se proyecta un futuro económico de prosperidad. Si bien, ellos son por naturaleza insolidarios y egoístas, porque piensan más en las utilidades que en otra cosa, le es aconsejable la meditación sobre la conducta social para amoldarse dentro de la sociedad actual de violencia. El desempleo, es de algún modo, origen de violencia y la violencia tiene un alto costo para el sector productivo cuando debe financiarla fiscalmente. ¡Con todo, es prevalente la ética económica!

Después de la crisis viene la prosperidad, el comercio con Venezuela disminuido por las menores compras llamó la atención sobre la inercia del comercio internacional. Lo que condujo a fortalecer la tarea de buscar otros compradores que pudieran sumar ante la paulatina baja de las exportaciones hacia ese país. Un pinchazo en la piel oficial sacó del cascarón a las autoridades al reconocer la realidad, no era conducente depender de un solo comprador. Los tratados de comercio y las ruedas de negocios adelantadas en Panamá, Costa Rica, Honduras, Guatemala y El Salvador son una muestra que se puede vender al exterior y hacer negocios con pequeñas demandas sin comprometer la soberanía nacional.

POSDATA: “Los métodos de comercio implican hábitos de confianza y fuerza para resistir la tentación de deshonestidad.”, raciocinio del economista estadounidense George J. Stigler.

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