Han sido muchos los proyectos de integración económica que han surgido en América Latina. El último, Área de Integración Profunda (AIP), protocolizado el pasado 28 de abril en la ciudad de Lima. Es singular que nuestros países estando unidos por una lengua y teniendo homogeneidad histórica, hayan emprendido el desarrollo de la actividad económica mirando el comercio con fines de desarrollo. De naciones eminentemente generadores de materias primas, Latinoamérica ha pasado a productora de mercancías, lo cual ha dado lugar a incorporar grandes cantidades de mano de obra ociosas a las economías nacionales. En este tránsito de la evolución económica la consecución de mercados externos es distinción de la política oficial hacia la integración regional.
La herencia de las ideas proclamadas por la revolución francesa y la consolidación del Estado, contribuyeron enormemente a reafirmar el ambiente de libertad económica y por derivación el comercio exterior. Es así como la política de desarrollo económico ha tenido como finalidad principal elevar el nivel de vida de la población, a través de la ampliación de la capacidad de producción, la optimización del uso de los recursos, la creación de empleos y la redistribución del ingreso. Así es como la inversión privada se ha visto estimulada por las exportaciones y el crecimiento de la demanda interna.
Hemos superado la división entre producción para la economía interna y producción para la economía externa, al lograr modificar las costumbres del consumidor nacional y haber mirado hacia otros mercados incluyendo los de la propia región. Es decir que los mercados y la industrialización han colocado a los países latinoamericanos en la competencia mundial. Los pasos inaugurales se dieron cuando se creó la unión aduanera entre Ecuador, Colombia, Venezuela y Panamá en 1949 y se realizaron los trabajos de la CEPAL para crear un mercado regional, que en cooperación con la OEA, dio lugar a la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio. Siguieron otros tratados multinacionales que han servido al intercambio entre los países miembros. Después de todo algo ha quedado de estos primeros peldaños escalados.
La alianza Área de Integración Profunda (AIP), fue formalizada entre Colombia, Chile, México y Perú, integrada por naciones con características comunes, sobre las cuales sus respectivos Presidentes han resaltado que cuentan con democracias sólidas, son respetuosas de los derechos humanos y defensoras del Estado de Derecho. El objetivo es trabajar de manera mancomunada en temas de comercio, inversión y finanzas y un propósito fundamental unirse como una región para conquistar los mercados asiáticos.
Pues los cuatro países miembros de AIP tienen costas sobre el mar Pacífico que les abre una enorme posibilidad de intensificar el comercio con Asia. Las naciones centroamericanas del Pacífico, que deseen asociarse al proyecto pueden hacerlo. De modo que la idea posibilita superar la expectativa que tienen los cuatro Mandatarios gestores.
POSDATA: Con motivo del día mundial de la libertad de prensa (3 de mayo), reproduzco las palabras de los periodistas Bill Kovach y Tom Rosenstiel: “La noción de libertad de prensa se basa en la independencia. Sólo una prensa libre de censores gubernamentales podía contar la verdad.”
La herencia de las ideas proclamadas por la revolución francesa y la consolidación del Estado, contribuyeron enormemente a reafirmar el ambiente de libertad económica y por derivación el comercio exterior. Es así como la política de desarrollo económico ha tenido como finalidad principal elevar el nivel de vida de la población, a través de la ampliación de la capacidad de producción, la optimización del uso de los recursos, la creación de empleos y la redistribución del ingreso. Así es como la inversión privada se ha visto estimulada por las exportaciones y el crecimiento de la demanda interna.
Hemos superado la división entre producción para la economía interna y producción para la economía externa, al lograr modificar las costumbres del consumidor nacional y haber mirado hacia otros mercados incluyendo los de la propia región. Es decir que los mercados y la industrialización han colocado a los países latinoamericanos en la competencia mundial. Los pasos inaugurales se dieron cuando se creó la unión aduanera entre Ecuador, Colombia, Venezuela y Panamá en 1949 y se realizaron los trabajos de la CEPAL para crear un mercado regional, que en cooperación con la OEA, dio lugar a la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio. Siguieron otros tratados multinacionales que han servido al intercambio entre los países miembros. Después de todo algo ha quedado de estos primeros peldaños escalados.
La alianza Área de Integración Profunda (AIP), fue formalizada entre Colombia, Chile, México y Perú, integrada por naciones con características comunes, sobre las cuales sus respectivos Presidentes han resaltado que cuentan con democracias sólidas, son respetuosas de los derechos humanos y defensoras del Estado de Derecho. El objetivo es trabajar de manera mancomunada en temas de comercio, inversión y finanzas y un propósito fundamental unirse como una región para conquistar los mercados asiáticos.
Pues los cuatro países miembros de AIP tienen costas sobre el mar Pacífico que les abre una enorme posibilidad de intensificar el comercio con Asia. Las naciones centroamericanas del Pacífico, que deseen asociarse al proyecto pueden hacerlo. De modo que la idea posibilita superar la expectativa que tienen los cuatro Mandatarios gestores.
POSDATA: Con motivo del día mundial de la libertad de prensa (3 de mayo), reproduzco las palabras de los periodistas Bill Kovach y Tom Rosenstiel: “La noción de libertad de prensa se basa en la independencia. Sólo una prensa libre de censores gubernamentales podía contar la verdad.”