TAN POCO PARA SER POBRE

El vicepresidente de la república Angelino Garzón, después de sindicalista pasó a ser un político que no deja pasar una, metiéndose en los asuntos que van surgiendo en el diario acontecer. Opina más de la cuenta y en ocasiones, las suyas resultan de notable importancia, especialmente cuando se enfrenta a las posiciones de los tecnócratas del sistema que siguen las orientaciones de los organismos internacionales que ven a la pobreza sin objetividad. Pero el vice sabe hacer el oficio y lo hace bien, ante la ausencia de pronunciamiento por parte de los áulicos del establecimiento es bueno que haya alguien que replique a la oficialidad en momentos en que la pobreza avanza.

La pobreza es un problema de carencia de una gran parte de la población. Son niños abandonados, jóvenes excluidos, mujeres maltratadas, adultos desposeídos, mendigos, desempleados, analfabetos y gente discriminada por su color y raza, enfrentados a una sociedad que a veces no es solidaria. La pobreza, además de tener efectos graves sobre la calidad de vida de la persona humana, afecta las posibilidades de crecimiento económico y la estabilidad social y política del país. Un simple cálculo matemático no puede definir cuántos eran ayer y cuántos son hoy los pobres en Colombia y qué cantidad de dinero necesitan para sobrevivir.

Más de veintiún y medio millones de personas están en la pobreza y miseria en Colombia según el Departamento Nacional de Planeación (DNP), las primeras se distinguen por el valor mensual de ingreso por persona, un poco más de ciento ochenta y siete mil pesos (103 dólares) y las segundas por encima ochenta y tres mil quinientos (46 dólares), estos dos topes son insuficientes para ser pobre y miserable, cuando se sabe que el valor para comprar en el mercado azúcar, sal, arroz, fríjol, café, chocolate, aceite, carne, huevo, leche, queso, arepa, bebidas, verduras y frutas, sobrepasan la factura aprobada por el DNP. Y como se ve para el resto del mantenimiento de la calidad de vida no queda ni cinco.

Invertir en los pobres es un negocio, los pobres que salen de su estado y obtienen ingresos a través de empleos, o de oficios o de pequeñas empresas que ellos mismos gestionan, consumen en beneficio del sector productivo nacional, podrían pagar impuestos al gobierno necesarios para hacer las inversiones del Estado, que a la vez van a generar nuevos puestos de trabajo. Pero la inversión pública y privada debe ser para crear empleos dignos, aquellos que a la persona humana le proporcionan un ingreso que le alcance para proveerse de alimentos, vestuario, servicios públicos, transporte y recreación y producir igualmente un remanente de ahorro. Suponiendo que el Estado subsidie los servicios de salud, educación y vivienda. Si el ingreso apenas alcanza para abastecer a la persona de los mínimos alimentos, no lo es.

Colombia es un país sin paz plena, se enfrenta a una violencia que ha impactado al campo y ha dado como fruto el desplazamiento, sumando más pobreza, lo que ha contribuido a aumentar la desigualdad del ingreso entre el 2002 y el 2010 como lo demuestra el coeficiente Gini del DNP.

POSDATA: Imposible quedarse con el consuelo del crítico griego y bibliotecario de Alejandría Zenódoto: “La pobreza no es una virtud, pero sí lo es el saberla llevar con nobleza:”

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More

 
Design by Radium | Bloggerized by Radium