Stéphane Hessel, fue uno de los redactores de la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, autor del libro: ¡INDIGNAOS!, que como pan caliente, se vendió en Francia, pasó las fronteras llegando a España y siguió su difusión en veintitrés idiomas hasta llegar a leerse profusamente en Latinoamérica. Sobre las ideas de Hessel se vienen construyendo los movimientos pacíficos que protestan en Europa contra el estado de desigualdad que socava la prosperidad alcanzada después de la segunda guerra mundial. Aconseja la protesta pacífica a los precursores de los movimientos que se levantan, jamás utilizar la violencia para reclamar. Para los jóvenes de Chile es una guía y Hessel los catapultó. Ojalá sirva para que los universitarios y la gente de Colombia también aprendan.
En ¡INDIGNAOS!, Hessel, advierte sobre lo que está en peligro hoy en día: el plan de seguridad social que asegura las pensiones a todos los ciudadanos cuando estos sean incapaces de procurarse los ingresos mediante el trabajo permitiéndoles terminar dignamente su vida; los grandes medios de producción, fruto del trabajo común, las fuentes de energía y los yacimientos; la verdadera democracia económica y social; y la libertad de prensa, su honor y su independencia del Estado y de los poderes del dinero.
Quien no sabe que los grandes bancos y las empresas generan cada día más y más dinero sin saciarse en un entorno egoísta ambicioso y de derroche de vanidad y lujo. Es el panorama motivo para que Hessel, incite a los jóvenes a tomar el relevo y a concientizarse sobre lo que pasa, a romper la indiferencia y a poner en marcha la capacidad de indignarse y el compromiso que nace de ella, cuando la brecha entre los más pobres y los más ricos ahora es más grande que nunca, la búsqueda del dinero tan apasionada y los bancos se preocupan mucho por sus dividendos y por los altos salarios de sus dirigentes, no por el interés general.
La situación que viven algunos países europeos, no es ajena a nuestro país como tampoco a la del resto de los pueblos de Latinoamérica. Se tienen los mismos padecimientos: altas tasas de desempleo, bajos salarios, pobreza extrema, terrorismo y violencia, intención de la dirigencia política de privatizar todo y la amenaza de angostar la seguridad social, lo cual afecta más a los vulnerables que a los ricos. Con mucha claridad Hessel pide a los querellantes que no dejen que el mundo retroceda.
¡Buscad y encontraréis! La Declaración Universal de 1948, sobre la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a la dignidad del ser humano, no puede borrarse del plano mundial. ¡INDIGNAOS!, es un alegato contra la indiferencia y a favor de la insurrección pacífica, es una manera de decir: basta a tanto exceso de los usureros de los grandes bancos, los propietarios egoístas de las corporaciones y los políticos y dirigentes corruptos. Es la misma indignación que sienten los ciudadanos de Colombia por la corrupción imperante, la debilidad de la justicia y la insensibilidad de los políticos y gobernantes frente a los conflictos del país. ¡INDIGNAOS!, es una lección que puede ayudar a cambiar el rumbo procurando una sociedad más justa.
POSDATA: “El mundo está gobernado por personajes que no pueden ni imaginar aquellos cuyos ojos no penetran entre los bastidores.”, pensó Benjamín Disraeli, primer ministro del Reino Unido en el siglo XIX.
En ¡INDIGNAOS!, Hessel, advierte sobre lo que está en peligro hoy en día: el plan de seguridad social que asegura las pensiones a todos los ciudadanos cuando estos sean incapaces de procurarse los ingresos mediante el trabajo permitiéndoles terminar dignamente su vida; los grandes medios de producción, fruto del trabajo común, las fuentes de energía y los yacimientos; la verdadera democracia económica y social; y la libertad de prensa, su honor y su independencia del Estado y de los poderes del dinero.
Quien no sabe que los grandes bancos y las empresas generan cada día más y más dinero sin saciarse en un entorno egoísta ambicioso y de derroche de vanidad y lujo. Es el panorama motivo para que Hessel, incite a los jóvenes a tomar el relevo y a concientizarse sobre lo que pasa, a romper la indiferencia y a poner en marcha la capacidad de indignarse y el compromiso que nace de ella, cuando la brecha entre los más pobres y los más ricos ahora es más grande que nunca, la búsqueda del dinero tan apasionada y los bancos se preocupan mucho por sus dividendos y por los altos salarios de sus dirigentes, no por el interés general.
La situación que viven algunos países europeos, no es ajena a nuestro país como tampoco a la del resto de los pueblos de Latinoamérica. Se tienen los mismos padecimientos: altas tasas de desempleo, bajos salarios, pobreza extrema, terrorismo y violencia, intención de la dirigencia política de privatizar todo y la amenaza de angostar la seguridad social, lo cual afecta más a los vulnerables que a los ricos. Con mucha claridad Hessel pide a los querellantes que no dejen que el mundo retroceda.
¡Buscad y encontraréis! La Declaración Universal de 1948, sobre la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a la dignidad del ser humano, no puede borrarse del plano mundial. ¡INDIGNAOS!, es un alegato contra la indiferencia y a favor de la insurrección pacífica, es una manera de decir: basta a tanto exceso de los usureros de los grandes bancos, los propietarios egoístas de las corporaciones y los políticos y dirigentes corruptos. Es la misma indignación que sienten los ciudadanos de Colombia por la corrupción imperante, la debilidad de la justicia y la insensibilidad de los políticos y gobernantes frente a los conflictos del país. ¡INDIGNAOS!, es una lección que puede ayudar a cambiar el rumbo procurando una sociedad más justa.
POSDATA: “El mundo está gobernado por personajes que no pueden ni imaginar aquellos cuyos ojos no penetran entre los bastidores.”, pensó Benjamín Disraeli, primer ministro del Reino Unido en el siglo XIX.