La rabia es el enojo colérico que la mayoría de los colombianos padece por ciertas situaciones contrarias a las buenas costumbres, sobreviene a esta emoción, la indignación, que es la ira vehemente contra personas o actos. La rabia y la indignación se juntan y estallan en oposición a las personas que dirigen las instituciones, empresas y organizaciones nacionales e internacionales. Además, la gente siente rabia e indignación por muchas situaciones que les ofende, frente a las cuales le es humanamente imposible oponerse por la vía pacífica. Y esto llena la copa.
Los abusos de poder por parte de los políticos y los gobernantes, los atropellos de los empresarios privados y los excesos de los gobiernos de los países desarrollados agravian al ciudadano. A la gente le da rabia y le produce indignación que los bancos se excedan en el cobro de sus servicios, los almacenes engañen a la gente con sus periódicas promociones y las empresas promotoras de salud no atiendan de manera eficiente a los enfermos. También, que los autores de la corrupción administrativa y política no sean acusados y condenados severamente por los fiscales y jueces de la república y el congreso legisle para su propia conveniencia en materia penal.
A la gente le da rabia y le produce indignación que países como Estados Unidos y China, siendo los mayores contaminadores del clima, son contrarios a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Igualmente, a la gente le da rabia y le produce indignación, que en Cartagena se hayan perdido 14.000 mercados que iban para los pobres y la justicia no haya determinado los culpables de semejante atrocidad. A la gente le da rabia y le produce indignación que se hayan robado la plata de la salud en cuantía de miles de millones de pesos y los determinadores del delito estén sueltos, como el presidente de SaludCoop Palacino.
Más rabia e indignación sienten los bogotanos, que por cuenta del carrusel de la contratación, les hayan robado los impuestos y los implicados queden sueltos en menos de tres años, yéndose a disfrutar plácidamente del botín. Rabia e indignación sienten los ciudadanos cuando la fiscalía no investiga responsablemente por enriquecimiento ilícito a estos ladrones de dineros públicos. Tiene la gente mucha rabia e indignación por los desvíos de los recursos públicos a cargo del ex ministro de Agricultura Arias y sus inmediatos colaboradores, en pro de enriquecidos ciudadanos y empresarios.
Y más rabia e indignación les da a los compatriotas, cuando Electricaribe les priva a los pueblos del Caribe de los servicios de luz eléctrica o cuando Aguas de Manizales por negligencia no les suministra agua potable a sus clientes. La lista es larga y no se agotaría si se enumera todo lo que pone energúmena a las personas de Colombia.
POSDATA 1: “En el fondo de todo se halla la tristeza como al final de todos los ríos está el Océano”, pensó el filósofo suizo Fréderic Amiel.
POSDATA 2: Para todos los lectores y amigos: Feliz navidad y un próspero año 2012 lleno de salud y bienestar familiar.
Los abusos de poder por parte de los políticos y los gobernantes, los atropellos de los empresarios privados y los excesos de los gobiernos de los países desarrollados agravian al ciudadano. A la gente le da rabia y le produce indignación que los bancos se excedan en el cobro de sus servicios, los almacenes engañen a la gente con sus periódicas promociones y las empresas promotoras de salud no atiendan de manera eficiente a los enfermos. También, que los autores de la corrupción administrativa y política no sean acusados y condenados severamente por los fiscales y jueces de la república y el congreso legisle para su propia conveniencia en materia penal.
A la gente le da rabia y le produce indignación que países como Estados Unidos y China, siendo los mayores contaminadores del clima, son contrarios a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Igualmente, a la gente le da rabia y le produce indignación, que en Cartagena se hayan perdido 14.000 mercados que iban para los pobres y la justicia no haya determinado los culpables de semejante atrocidad. A la gente le da rabia y le produce indignación que se hayan robado la plata de la salud en cuantía de miles de millones de pesos y los determinadores del delito estén sueltos, como el presidente de SaludCoop Palacino.
Más rabia e indignación sienten los bogotanos, que por cuenta del carrusel de la contratación, les hayan robado los impuestos y los implicados queden sueltos en menos de tres años, yéndose a disfrutar plácidamente del botín. Rabia e indignación sienten los ciudadanos cuando la fiscalía no investiga responsablemente por enriquecimiento ilícito a estos ladrones de dineros públicos. Tiene la gente mucha rabia e indignación por los desvíos de los recursos públicos a cargo del ex ministro de Agricultura Arias y sus inmediatos colaboradores, en pro de enriquecidos ciudadanos y empresarios.
Y más rabia e indignación les da a los compatriotas, cuando Electricaribe les priva a los pueblos del Caribe de los servicios de luz eléctrica o cuando Aguas de Manizales por negligencia no les suministra agua potable a sus clientes. La lista es larga y no se agotaría si se enumera todo lo que pone energúmena a las personas de Colombia.
POSDATA 1: “En el fondo de todo se halla la tristeza como al final de todos los ríos está el Océano”, pensó el filósofo suizo Fréderic Amiel.
POSDATA 2: Para todos los lectores y amigos: Feliz navidad y un próspero año 2012 lleno de salud y bienestar familiar.