En la noche del pasado martes 24 de enero se llevó a cabo el Discurso del Estado de la Unión a cargo del presidente de los Estados Unidos Barack Obama. El discurso, prescrito por la Constitución del país y convertido en acto tradicional, comenta los hechos cumplidos por la administración durante el año anterior, así como los proyectos para el siguiente en tono firme, jocoso y optimista. Normalmente se realiza en el mes de enero de cada año y el tiempo promedio de duración es de una hora, el de Obama duró una hora y cinco minutos. El discurso empieza a registrarse con George Washington, como primer presidente de Estados Unidos, que lo pronunció el 8 de enero de 1790 en la ciudad de Nueva York, y siguió emitiéndose puntualmente cada año por los presidentes.
El camino político de Barack Obama lo despejó la generación que surgió posteriormente a la guerra civil. En 1875 Robert Smalls, que había participado en boicot de negros al sistema de transporte, llegó a la Cámara de Representantes transitoriamente y en1870 Hiram Revels, predicador de negros, entró al Senado por un año. Pero realmente el primer elegido al senado fue Blanche Kelso Bruce en 1875, quien lideró una campaña por la libertad de inmigración y por los derechos de los nativos. Obama, que entre su raza, nace en momentos en que los derechos sociales y políticos eran un hecho reconocido en la sociedad norteamericana, se habían superado los horrores de la esclavitud y de la segregación y se empolla en medio de una generación modernizada por el pensamiento sobre los derechos humanos que se impuso en occidente, en verdad es un nuevo hombre.
El camino político de Barack Obama lo despejó la generación que surgió posteriormente a la guerra civil. En 1875 Robert Smalls, que había participado en boicot de negros al sistema de transporte, llegó a la Cámara de Representantes transitoriamente y en1870 Hiram Revels, predicador de negros, entró al Senado por un año. Pero realmente el primer elegido al senado fue Blanche Kelso Bruce en 1875, quien lideró una campaña por la libertad de inmigración y por los derechos de los nativos. Obama, que entre su raza, nace en momentos en que los derechos sociales y políticos eran un hecho reconocido en la sociedad norteamericana, se habían superado los horrores de la esclavitud y de la segregación y se empolla en medio de una generación modernizada por el pensamiento sobre los derechos humanos que se impuso en occidente, en verdad es un nuevo hombre.
Es tierno lo que dijo Obama en su discurso: “Somos parte de la familia americana. Creemos que en un país donde pueden encontrarse todos los credos, razas y puntos de vista, todavía tenemos que permanecer como una sola nación, que compartimos una esperanza común y un único credo, que los sueños de una niña en Tucson no son tan diferentes a los de nuestros propios hijos, y que todos merecen la oportunidad de ser cumplidos.” Siempre, el contenido de la intervención despierta optimismo entre los estadounidenses y también entre los inmigrantes que están atentos en lo que pueda hacer el gobierno por ellos, sacarlos de la olla de los ilegales para que se cumpla el sueño americano: igualdad de oportunidades y libertad.
La intervención de Obama fue de esperanza como podría ser la de cualquier mandatario de Colombia, sin embargo, el acto ya histórico, tiene carácter patriótico más que promesero, fundado en la credibilidad de los estadounidenses en sus presidentes, que aunque pueden tener debilidades en las ejecutorias, fundan sus proyectos en el pueblo de Norteamérica, en su grandeza y en su espíritu de trabajo tesonero para lograr bienestar y educar a sus hijos.
Sin duda, la educación y la economía vienen ocupando el primer lugar de interés en la sociedad norteamericana. La educación genera creatividad, un buen docente crea puesto de trabajo cuando enseña con emotividad y pasión y la progresividad de los impuestos es prosperidad, al no subsidiar a los sectores que han ganado demasiado, como lo anotó Obama. Los republicanos, contrarios, replicaron. Es la costumbre.
POSDATA: El gobierno es para hacer lo que la gente no puede hacer mejor, replicó Obama.