La reforma a la justicia que creíamos muerta, no lo está, hay demandas contra la devolución y la convocatoria al congreso a sesiones extras por el presidente de la república. Los que se lavaron las manos y días después los vimos con la nariz crecida y colorada atacan. No es para menos, pero la opinión pública está a la expectativa. Mientras tanto los columnistas siempre estamos esperanzados de que algún día pare la corrupción. Por el contrario avanza a paso agigantados. Diariamente los medios de comunicación impresos, los noticieros de radio y los informes televisivos nos despiertan con noticias sobre los monstruosos escándalos sucedidos el día anterior o en el amanecer. Uno de esos hechos fue la aprobación de la reforma a la justicia por el congreso que nos alborotó a todos.
Del espectáculo que tuvimos que soportar quedó la experiencia, del actual congreso hay que desconfiar, al punto de que el trámite de una nueva reforma o de otra que se proyecte daría lugar al mismo escenario donde las ratas utilizarían a los micos para conseguir las prebendas acostumbradas, complacer a los narco políticos y a los corruptos y abrir las puertas de las cárceles a los delincuentes. Lo que sí ha crecido es la desconfianza en el congreso, en el gobierno y en las altas cortes. Entre tanto, la esfera oficial calla y no resuelve los problemas que más afectan su imagen.
Indiscutiblemente, el papel de la prensa fue definitivo en este caso contribuyendo al éxito de la protesta ciudadana contra el bodrio, es una demostración democrática que todavía practican ciertos medios de comunicación en Colombia. Nada de lo que ha pasado puede quedar sin esclarecerse o enterrarse para siempre. La obligación de los organismos que atienden la seguridad del Estado, la policía, la procuraduría, la contraloría y la fiscalía, es la de reportar el estado de las investigaciones denunciadas por la gente, los medios de comunicación y los funcionarios públicos, además de reportar la situación en que están los procesos y quiénes son los responsables de los hechos.
Lo expresado por el presidente Juan Manuel Santos en la entrevista concedida a Noticias Caracol TV (03-07-12) corrobora lo que muchos colombianos pensaron, el entuerto había sido orquestado y construido desde las prisiones, las oficinas de abogados (algunos de éstos participantes en la reforma penal y con jugosos bufetes) y del bajo mundo delincuencial, con la colaboración de congresistas y funcionarios públicos, pese a estar blindada de intereses ocultos que pudiesen manchar el acervo de su texto como nos la presentó el gobierno nacional. Sin embargo, resultó opuesta a los intereses colectivos de la nación. Como lo prometió el presidente Santos, los colombianos esperamos el resultado de las indagaciones que esclarecerían los hechos bochornosos sucedidos en el congreso.
POSDATA 1: El Contralor Municipal Jorge Esquivia García es acusado de plagio. Presentó un informe de su gestión confundiendo a Montería con Armenia. Él responde que buscaba un modelo entre tantos y que fuese el mejor para que los concejales lo leyeran completamente y no les pasara como a Simón Gaviria que le metieron un jonrón. Sr. Contralor, en los archivos de la Contraloría de Montería hay unos ejemplares de los que presentó la Contralora Gloria Angulo entre los años 1998 y 2000. Consúltelos, antes de calcar. Contralor Esquivia, tampoco se preocupe, la Procuraduría Regional en Montería no tiene tiempo para investigar esa pendejada por la que le han armado un bochinche y si algo resultara en su contra, en Bogotá se podría embolatar, seguro que termina su periodo mientras los soplones quedarían echando chispas.
POSDATA 2: Lo había escrito el satírico español José Francisco de Isla: “Un golpe sobre otro golpe no abre nueva llaga, pero hace mayor la primera.”