El caso del general en retiro Mauricio Santoyo Velasco es una bola de hilo enredada en la pata de la gallina. Empieza con los ex fiscales Gómez Méndez y Osorio, sigue con el ex procurador Edgardo Maya, tres Consejeros de Estado, dos ex directores de la Policía Nacional, el ex presidente Uribe, el ex ministro de Defensa Santos y ocho miembros de la Comisión Segunda del Senado. Todos abrieron las esclusas para darle paso a Santoyo.
Es común que ciertos funcionarios públicos practiquen: me importa un comino, un bledo, un pepino, un pito, con tal de escalar la cúspide del poder porque saben que así se consigue todo y además, han probado que esa conducta sirve para ascender sin que nadie se oponga en el camino. El primero en demostrarlo es el actual Procurador General de la Nación Alejandro Ordóñez Maldonado, que dice que la investigación contra el general en retiro Santoyo sigue "vivita y coleando". ¡Qué tal esto!
El país entero conoció que tres magistrados del Consejo de Estado encabezados por Ordóñez Maldonado, borraron en el año 2005 una sanción disciplinaria impuesta a Santoyo por la Procuraduría General de la Nación, sencillamente porque la notificación del fallo en su contra se hizo unas semanas después de vencerse el término de ley. En la época esto pasó desapercibido y el militar siguió campante hacia el ascenso. Las autoridades son ciegas porque no quieren ver y sordas porque no quieren oír, es un estilo de algunos sectores de la justicia y de los órganos de control.
A pesar de que Mancuso, El Tuso Sierra, Macaco y Gordolindo, habían incluido a Santoyo en la lista de los presuntos colaboradores de narcos y paramilitares, el destape del caso estuvo en mora. El incidente no es aislado con su ventura, el general sacó una fortuna que se calcula en cinco millones de dólares ($9.000 millones). La inteligencia y contrainteligencia del Estado, la DIAN y los cercanos jefes civiles y militares del sindicado nunca sospecharon del engrosamiento patrimonial. Y según el ex presidente Álvaro Uribe él jamás supo nada, por lo cual unos sectores políticos le están pidiendo que rinda cuenta.
Muy grave es que el ex presidente Uribe hubiese estado abandonado, cuando el militar que tenía a cargo su seguridad desatendió el trabajo para dedicarse, a sus anchas, a pasar información clave a los narcos y paras, sin que el jefe inmediato hubiese tenido algún presentimiento de malas compañías del subalterno. El ciudadano común pregunta: ¿Quién respondió por la falta de seguridad del Presidente de la República y del mismo Estado? ¡Ante el país nacional y ante el mundo lo que pasó con Santoyo es una vergüenza!
Santoyo que había defendido su reputación, cambió el cuento ante el inminente peligro de una gran condena y corrió a aceptar que "altos miembros de las AUC y sus aliados entregaron importantes sobornos al acusado (Santoyo) a cambio de ayudarlos en sus operaciones, que incluían actos de terrorismo y narcotráfico". El Fiscal norteamericano del caso Neil H. Mc Bride, consideró a Santoyo como un “individuo malhechor que abandonó su deber de proteger a los colombianos para servir a sus propios intereses.” Se presume, que para conseguir la rebaja de la pena, tendría que soltar la lengua aportando información sobre nombres de parejas de baile y reparto del botín.
POSDATA: Precisó el filósofo griego Isócrates: “No hay posición más humillante que la del embustero descubierto.”