REVOLTIJO DE ALCABALAS

Las reformas tributarias en Colombia se proponen y se hacen cuando el gobierno nacional quiere conseguir más plata por vía de impuestos. El Congreso de la República es el menos llamado a detenerlas, el gobierno empecinado las consigue. Hace apenas unos meses se había calculado que la corrupción administrativa consumía más de cinco billones de pesos anuales y se preveía que si no había acciones drásticas por parte de los órganos de control y de justicia seguiría llevándose más. Apenas a la Contralora General de la República se le ve que anda en algo, el Procurador busca la reelección olvidando lo demás y el Fiscal deja que sus agentes posterguen la iniciación de las grandes investigaciones de corrupción pública, por ejemplo, en la construcción de carreteras nacionales.

El Ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas, como todos los ministros de esa cartera son alcabaleros, para eso los ponen allí. Él defiende la citada reforma de 2012 porque la considera urgente para el sector productivo, sustentando: “es una salida para compensar los efectos de lo que está ocurriendo con la tasa de cambio y con la situación económica internacional.” También expresó que la reforma busca la equidad, para “que los colombianos de bajos recursos tengan una situación muy favorable.” Lo primero tiene algo de verdadero, pero lo segundo, tumba a lo primero.

Se sabe que el dólar, que es la moneda patrón comercial de las exportaciones, no ha subido en los últimos años como quieren los exportadores, claro que si hubiese aumentado como lo desean estarían contentos, en ese caso, el bulto lo llevaría el consumidor ya que los precios de los productos importados resultarían altos, lo cual perjudicaría a los consumidores beneficiando a los empresarios nacionales sin competencia internacional. El trabajador empleado, el independiente y el que está en el rebusque que apenas gana el salario mínimo o un poco más, en nada se beneficia de la reforma del Ministro Cárdenas. Lo que se propone en materia de retención en la fuente es ridículo. El IVA seguirá extendiéndose como telaraña por toda la economía nacional.

Los principios de equidad, eficiencia y progresividad fundamentos del sistema tributario colombiano no se ven en esa reforma. Que resuelva el Ministro de Hacienda estos fundamentos punto por punto y le creeríamos. El país sigue creciendo y la obligación del Estado central es aprovechar la situación para impulsar el desarrollo económico y mejorar la calidad de vida de los nacionales. Pero nunca castigando a la gente de bajos salarios que pagan más de la cuenta y gravando algunas materias primas que hacen parte de los productos de la canasta familiar. Si bien, hay que estimular a los empresarios, también hay que exigirles que respondan, aumentando la productividad y los empleos.

POSDATA 1: Se reúnen en Tokio el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), tiburones de la economía mundial, para hablar de los temas económicos y financieros que afectan al mundo, especialmente a Europa. Está en la agenda, la erradicación de la pobreza. La pregunta es: ¿se conseguirá esa finalidad, si las protestas de los indignados se contestan con más impuestos, reducción de las fuentes de empleo y de los salarios?

POSDATA 2: No se puede politizar el proceso de paz con la guerrilla ni atender las peticiones de muchos que quieren sentarse en la mesa de negociación, la descentralización de los temas que proponen las comisiones de paz del Congreso de la República no cabe y no hay banco para tanta gente. Atomizarlo y popularizarlo sería ponerle un cuchillo en el cuello.

POSDATA 3: Razón tenía el polígrafo español Francisco de Quevedo: “No hay hombre que no anteponga la satisfacción propia a sus obligaciones.”

Fecha: 12-10-12


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