Cuando se decretan nuevos impuestos o se aumentan las tarifas de los existentes, la gente que más recibe clavo es la que pertenece a la clase media. Como puede suceder en otras partes del mundo, los gravámenes no son bienvenidos en ningún grupo social. La clase media está en medio de las dos rebanadas de pan del sándwich, sin poder escaparse al aprisionamiento del dúo de planchas que lo moldean. La clase media puede vivir en estrato cuatro, cinco o en seis, y la mayoría, en el último número de la estratificación urbana de los municipios del país.
Los tecnócratas del Estado y normalmente los políticos, piensan que la clase media tiene mucho dinero, resulta que no, pues a pesar de que su vivienda esté ubicada en el más alto peldaño de la estratificación, muchas familias viven de una modesta renta de capital o de un ingreso de trabajo o de una pensión, lo cual apenas les alcanza para sobrevivir. Puesto que el presupuesto mensual que satisface lo esencial, como son: los alimentos, la vivienda, la educación, los servicios públicos, el crédito y los impuestos, les consume todo el ingreso dejándolas sin ahorro y sin posibilidad de mejorar el nivel de vida. ¡Así es el cuento!
Es normal que la clase media habite en apartamentos y casas clasificadas en estrato seis y que tenga que cargar con todo lo que conlleva subsistir en ese segmento. Pero también, por ese mismo motivo, es que tiene que enfrentarse a las más altas cargas que se imponen en materia tributaria, como el impuesto predial y las tarifas de los servicios públicos. El predial es una carga que incide mucho en la economía de la clase media. Esto no es motivo para proponer un desplazamiento de las personas que les gusta vivir cómodamente. Lo que sí es conveniente, es que el hecho amerita una revisión de la actual estratificación para ajustarla a la verdadera situación del momento, especialmente, en ciudades como Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla, Bucaramanga y Cartagena.
Como quiera que la diferencia es notoria, entre inmuebles lujosos dotadas de servicios especiales propios y propiedades que no cuentan con esa característica que están clasificadas en estrato seis, es pertinente, por motivo de equidad y fiscalidad, que los municipios y distritos piensen en un estrato superior que cobije a esas viviendas opulentas cuyos propietarios son gente de altísimos ingresos o rentas. Como están las cosas, hoy esos inmuebles lujosos y costosos se benefician de las tarifas de servicios públicos como resultado de la prerrogativa que les da la actual estratificación. ¡Manos a la obra!
POSDATA 1: "Dad a Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del César.", son las palabras de Jesucristo.
POSDATA 2: ¿Cambiará la clase dirigente nacional? Salen de la burocracia oficial y se enganchan en la lista de candidatos a senado y cámara de representantes, o los que están ya atornillados suben el escalafón de cámara a senado. El desfile apenas empieza. Simón Gaviria, hijo del ex presidente Gaviria; Ángela Garzón, hija del vicepresidente Garzón; Horacio José Serpa, hijo del candidato presidencial y jefe liberal tantas veces Horacio Serpa; Carlos Fernando Galán, hijo del candidato presidencial Luis Carlos Galán entra al congreso, no obstante, que su hermano Juan Manuel continuaría. Si por aquí llueve, en las regiones no escampa. Apenas la película comienza con los descendientes y parientes como actores principales.