NOVENTA AÑOS DE CONTROL FISCAL

En el año 1973 se celebró el cincuentenario de la creación de la Contraloría General de la República, evento histórico extraordinario presidido por el ex contralor Julio Enrique Escallón Ordóñez con la asistencia de varios contralores latinoamericanos. En un largo tiempo se había echado de menos la conmemoración, hasta que nuevamente se exalta con un festejo académico bajo la dirección de la contralora Sandra Morelli Rico, en momentos en que la entidad fiscalizadora llega a sus noventa años de existencia.
La contraloría tiene como antecedente el año 1819 cuando en la administración del  general Francisco de Paula Santander se crea el Tribunal Superior de Cuentas. Y se dispone sancionar con pena de muerte a quien haga fraude o malverse los intereses públicos. Si hoy estuviera vigente la norma, millones de personajes corruptos estarían en las cárceles pagando condenas severas en vez de burlar la justicia como sucede ahora, en que el enriquecimiento ilícito y su permisividad es la moda.
En 1847 el tribunal se transforma en Corte de Cuentas, a la cual se le encargó el examen, glosa y fenecimiento de los informes rendidos por los empleados de manejo del erario público, con atribuciones de carácter judicial y sin responsabilidad en materia de contabilidad pública. Una de las críticas que se le hacía a la Corte era que su trabajo tenía poca utilidad por la demora en el resultado del examen de las cuentas y por lo tanto no era apta para entregar información financiera oportuna.
Así fue que el gobierno de Pedro Nel Ospina contrató los servicios de una misión de consejeros financieros bajo la dirección de Edwin Walter Kemmerer, la cual concluyó con la recomendación de organizar “un servicio de contabilidad, de fiscalización y de estadística, que le permita poner orden y unidad en sus finanzas y ejercer una activa y eficaz supervigilancia en el manejo e inversión de los caudales públicos.” Así fue que mediante la Ley 42 del 19 de julio de 1923 se creó el Departamento de Contraloría, a cargo de un funcionario denominado Contralor General de la República.
Posteriormente a su fundación ha resistido varias reformas. En el año de 1945 se elevó a rango constitucional por el acto legislativo número uno. Continuó renovándose a través del decreto 911 de 1932, las leyes 58 de 1946 y 151 de 1959, las reformas constitucionales de 1968 y 1991, las leyes 20 de 1975, 42 de 1993 y 610 de 2000. A pesar de haber transcurrido tanto tiempo de su creación, muchas normas contenidas en la Ley 42 de 1923 han sido recogidas en el tiempo con nombre propio y puestas al servicio del control fiscal. Por ejemplo, en el artículo 23 de la ley 42 de 1923 está previsto el control advertencia, en el 27 y 28 se plasma el control prevalente y en el 69 literal a) el mecanismo denominado pronunciamiento, que en conjunto son considerados instrumentos modernos de control fiscal.
Sin embargo, es muy triste que la ley 42 de 1993 hubiera borrado de un tajo la obligación de elaborar y publicar la estadística fiscal del Estado que estaba a cargo de la contraloría y que se había rescatado en el texto de la ley 20 de 1975. Apenas queda el recuerdo del trabajo que hizo la entidad a partir del año 1977, en el cual se publicó la primera estadística fiscal correspondiente al año 1976 en tres volúmenes. Así como esta atribución, muchas otras cosas buenas se fueron con las reformas y contrarreformas. 

POSDATA: Apunta la escritora inglesa Miss Canning: “No es el haber recibido una lección lo que nos salva, sino el saber aprovecharla.”
(30-08-13)

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