SEGUIRÁN LAS EPS ENRIQUECIÉNDOSE

El servicio de salud anda mal. Lo peor es la atención de citas de medicina general, de especialistas y de hospitalización. Indudablemente para que en un país la sociedad, las instituciones y las empresas funcionen como quisiéramos se necesita un Estado fuerte que imponga la ley sobre todas las cosas y sin trámite burocrático. Pero entre nosotros el asunto no es así. Muchas EPS, son atípicas organizaciones que ejercen su actividad económica y de servicio con igual forma de funcionamiento y propósito de las mafias.   

No obstante que el origen de la palabra mafia tiene una larga historia que nace en Italia. Una versión es la de Eric Frattini en su obra Mafia S.A, que dice: “que una joven siciliana a punto de contraer matrimonio fue violada por soldados franceses y que la madre al enterarse de la violación sufrida por su hija, salió a las calles de Sicilia gritando ma fia, ma fia (mi hija, mi hija) en el dialecto del lugar, lo que provocó el levantamiento en armas de los sicilianos contra los franceses, en una especie de vendetta sangrienta.” 

El Diccionario Enciclopédico Larouse la define como: “Red de asociaciones secretas italianas dispuestas a tomarse la justicia por su mano y a impedir el ejercicio de la justicia oficial por medio de un silencio concertado. Cualquier organización clandestina de criminales. Grupo secreto de personas que se apoyan entre sí por defender sus intereses.” El diccionario de la Lengua Española dice algo similar. El caso patético es el sistema de seguridad en salud que opera como mafia imparable y que no tiene ni dios ni ley que lo encarrile.

El ciudadano de a pie que paga una tasa por el servicio lo que le interesa es que lo atiendan oportunamente y eso ahora no se consigue. Resulta que las EPS se demoran un mes o más en dar una cita de medicina general, dos meses o más si es de especialista y tres o más de hospitalización, violando de manera tajante las normas del ministerio de salud y protección social. Las citas de medicina general y odontología deben concederse por las EPS dentro de los tres días hábiles siguientes a partir de la solicitud, las de especialistas dentro de los cinco días y la hospitalización de acuerdo a la urgencia del tratamiento.

Así, ciertas EPS violan la normatividad vigente mediante el ejercicio grotesco e inhumano de desprecio por el paciente, defendiendo su bolsillo y arrogándose un rol mafioso. Son tan cínicas que una queja por mala atención de citas la tramitan como derecho de petición. Con el papeleo que demanda el procedimiento, la cita concuerda con la respuesta al derecho de petición. De esta manera eluden la disposición del ministerio de salud y le hacen la trampa al pobre usuario.

Pero en esto ha faltado la mano dura del ministerio y de la superintendencia de salud. Una EPS que no cumpla con el servicio debe suspendérsele las nuevas afiliaciones, además de la sanción pecuniaria. A pesar de que la ley estatutaria de salud eleva a la categoría de fundamental el derecho de los colombianos a la salud, queda pendiente la ley ordinaria que la reglamente. ¡Amanecerá y veremos, si verdaderamente lo nuevo de las leyes será efectivo o es otro engaño al país!


POSDATA: En materia de salud lo que se requiere es calidad, oportunidad, continuidad y equidad en el servicio, lo demás es servirle un nuevo plato fuerte a las EPS para que los dueños sigan enriqueciéndose a costa de los colombianos.

(27-06-14)

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