Cayó el telón en la
comedia de la politiquería. El ex presidente César Gaviria reclamó un pedazo
que le faltaba del CVY (ahora lo llaman mermelada) que le correspondía por
haber participado en la campaña reeleccionista de Santos y por defenderlo de
las garras del ex presidente y hoy senador Álvaro Uribe. Le dieron un anticipo
nombrándole a su hijo Simoncito en el cargo de director del Departamento
Nacional de Planeación, pero para él todavía faltaba más.
Pedía que le
completaran la deuda con el puesto de Contralor General de la República
eligiendo a Gilberto Rondón, era el saldo adeudado por el presidente Juan
Manuel Santos. Y con la petición, Santos consideró que la paga solicitada
excedía al débito, en consecuencia el valor no estaba en su presupuesto y por
lo tanto no era consecuente abonar. Era evidente que la elección de Edgardo
Maya a cargo del Congreso Nacional estaba cantada a pleno sol por el presidente
Santos.
Igualmente, Néstor
Humberto Martínez, recién nombrado Ministro de la Presidencia, lo había dicho
en una entrevista al diario El Tiempo (14-08-14), afirmando que “conoce mucho más la
trayectoria de hombre público del doctor Maya y, por supuesto, la condición de
fiscalizador que ejerció en el pasado como procurador. Esa circunstancia le da
seguridad al gobierno del presidente Santos.” Así es como se deduce que ese era
el tipo que el gobierno oficialmente quería para el empleo. Como quien dice:
Contralor a la medida del cliente del sastre.
Todo el país se había enterado de la telaraña tejida alrededor
de los candidatos que conformaban la terna para el cargo de contralor. Los tres
ternados fueron controvertidos hasta el tuétano. Pero lo vergonzoso es que el
presidente de la república y sus adláteres metan las manos para designarse su
propio vigilante, la contraloría no es una entidad que apenas atiende
aritmética presupuestal, tiene tareas señaladas por la constitución y la ley en
cuanto a control del gasto y es responsable ante los ciudadanos de la inversión
correcta de los ingresos públicos y de impedir que los cacos se roben la plata
de los tributos.
Hicieron bien los congresistas de la Alianza Verde y del Polo
que demostraron su decencia y prefirieron votar en blanco frente al litigio de
la politiquería, lo que no hizo el Centro Democrático (Uribismo) que se fue con
Gilberto Rondón, acompañando de paso a César Gaviria que tenía como labor
prioritaria cobrar a Santos el saldo del crédito. Una vez elegido Maya todos
los votantes han quedado contentos, pues desde ya empiezan a hacerle fila al
nuevo contralor para reclamar la correspondiente remuneración por servicios
prestados, teniendo en cuenta que en esa dependencia oficial hay más de la
cuenta contratos, puestos para repartir y prebendas encopetadas. ¡Manos a la
obra!
POSDATA UNO: Con
atino el proverbio del polígrafo español Francisco de Quevedo: “Los delincuentes fueron alegrón y
hacienda de los malos jueces.”
POSDATA DOS: ¿Qué pasa con la
justicia en Córdoba? Es la pregunta qué se hacen muchos cordobeses y también
millones de colombianos. La noticia que publicó el diario El Meridiano el
viernes 15 de agosto del año en curso es de suma gravedad. Los grandes
escándalos de corrupción están quedando en impunidad. Hay evidencia que los
carruseles de Telecom y de la Educación se esconden en los vericuetos de
algunos fiscales, jueces y miembros del consejo superior de la judicatura
seccional Córdoba.
(22-08-14)