Veinte años
de vigencia en el concierto regional cumple El Meridiano de Córdoba. Tiempo
durante el cual las directivas del periódico han luchado en contra de la
adversidad pudiendo superar toda clase de obstáculos, especialmente los que
tienen que ver con la pauta publicitaria que desciende en momentos difíciles
cuando el ciclo económico golpea a las empresas y como consecuencia éstas se
ven obligadas a recortar sus gastos. Por lo demás, El Meridiano, ha subsistido
cotidianamente prestando el servicio informativo a la comunidad cordobesa y a
la región.
Durante ese
lapso de tiempo el diario ha servido de escuela a un puñado de jóvenes
profesionales que se perfeccionaron en la especialidad a través del trabajo
práctico que no les dio la universidad. Es posible que aquellas debilidades que
los ciudadanos hubiesen podido observar en esos años mozos de publicación, se
han venido superando gracias a que se ha podido equilibrar entre el pasado y el
presente, mediante cambios profundos que han logrado la calidad informativa
esperada. Cuestión que es de naturaleza común, y que sólo puede lograrse con el
buen ejercicio y el perfeccionamiento de los gestores y periodistas.
Es la hora
en que ha llegado la maduración institucional con la práctica del propio código
ético consolidado que sobrepone la verdad a las demás consideraciones del
ejercicio de la actividad periodística, respecto a la neutralidad que debe
existir en la publicación de la noticia y la opinión. El diario se gana la fe y
la confianza de los lectores y anunciantes cuando informa transparentemente con
objetividad, que es la verdad, y niega el subjetivismo que tanto daño le causa
a la prensa libre.
Sin
excepción, es el desarrollo de la normatividad contenida en la Constitución
Política del país (CP) la que le entrega a la prensa el marco de su desempeño,
manteniendo la neutralidad y fijando posiciones cuando las circunstancias así
lo ameriten, con el fin de mantener el orden y la moralidad. Es en cumplimento
del mandato principal de la Carta Política que señala que la actividad
periodística goza de protección para garantizar su libertad e independencia
profesional y al periodista la salvaguarda de la inviolabilidad de su secreto
respecto a la fuente de información.
Tampoco es
el exceso la característica de una buena prensa. Es el respeto al derecho que
tienen los ciudadanos a la honra, al buen nombre y a la intimidad personal
(Arts. 15 y 21 de la CP). Y es el límite que no debe traspasarse, aún cuando
estén consagrados los derechos a la libertad de comunicación, de expresión, de
información y de opinión que hacen parte de la naturaleza de la actuación
periodística (Arts. 20 y 44 de la CP).
A los fundadores y al director de El Meridiano de Córdoba William Salleg
Taboada se les hace un reconocimiento especial en este día por su esmerado y
tesonero trabajo, igualmente a los periodistas y trabajadores que vienen
colaborando en la construcción y la modernización del periódico con entusiasmo
y dedicación profesional que exige esta disciplina de la humanidad.
POSDATA: Un consejo de los comunicadores Bill Kovach
y Tom Rosenstiel: “Los periodistas
deben estar comprometidos con la verdad, ése es el primer principio, y deben
ser leales a los ciudadanos por encima de cualquier otra institución, sólo así
serán libres de buscar esa verdad.”
(06-03-15)