El servicio de salud desde que fue
organizado por la Ley 100 de 1993 ha estado en continua crisis. Han sido muy
pocas las EPS que se han salvado del desbarajuste administrativo y de la pésima
prestación de los servicios a sus afiliados. Últimamente la Empresa Promotora
de Salud (Saludcoop) y la Caja de Previsión Social y Comunicaciones (Caprecom)
llenaron la copa de la indignación humana.
Los directivos de Saludcoop cogieron la
plata de los asociados como fuente de fondos para hacer inversiones en
actividades que nada tenían que ver con la salud. Igualmente, Caprecom cayó en
las manos de unos políticos inescrupuloso que se apoderaron de la burocracia y
acomodaron gerentes a su antojo para ponerlos al servicio de sus intereses
personales.
En esos descalabros lleva gran parte de
culpa los órganos de vigilancia y control del Estado que permitieron que los
dueños de Saludcoop actuaran desbordadamente, haciendo los que les dio la gana
con la plata de los usuarios. En Caprecom sucedió algo similar y quizás aún
peor por ser una entidad pública, aquí la anuencia fue del propio gobierno
nacional. Es vergonzoso que las cabezas del ministerio de salud y de la
superintendencia del ramo no se hubieran dado cuenta a tiempo sobre lo que
estaba pasando en las dos EPS.
Por principios funcionales las entidades
públicas deben armonizarse para cumplir con los fines del Estado y sobre lo que
sucedía en esas entidades era también de conocimiento de otras instituciones públicas que
permanecieron calladas. Las actividades non sancta de Carlos Palacino y el
derroche de contratos con la plata de la salud se sabían mucho antes de
estallar el escándalo financiero de sus negocios.
Finalmente, Saludcoop fue liquidada por el
gobierno nacional al considerarla inviable.
Caprecom corrió el mismo final de liquidación por decisión
gubernamental. En Saludcoop hay culpables que no han sido enjuiciados por la
serie de delitos cometidos, el más grande de ellos vive como rey y es intocable
para la Fiscalía General de la Nación. En Caprecom los políticos que la
enterraron son conocidos, pero parece que nadie está interesado en esculcar. Lo
que sí se vio fue que de estos dos árboles frutales comieron muchos pajaritos
de alto vuelo.
POSDATA: Hay que atender al tratadista francés
Pierre Nicole: “Son precisas razones para hablar y ninguna para callar.”
TE RECORDAMOS: Invitar al Ministro de Hacienda
Mauricio Cárdenas y al gerente del Banco de la República José Darío Uribe a
mercar, para que comprueben que los precios de los alimentos y las manufacturas
han subido por lo menos el 10%, teniendo como causa principal el alza del
precio del dólar. Pues Cárdenas y Uribe han sido defensores vehementes de la
devaluación del peso.
(04-12-15)