QUE TIEMBLEN LOS RATEROS

En pasados días la DIAN lanzó la campaña: Juégale limpio a Colombia, con el fin de que los contribuyentes, entre el 9 y el 22 de mayo del año en curso, declaren todos los bienes, activos y dinero que posean, a fin de normalizar los activos omitidos y pasivos inexistentes, tanto en lo interno como fuera del país. En esta redada es posible que puedan colarse personajes que no les gusta trabajar, sino robarle al Estado. Difícil sería la trampa, porque estará presente, además de las grandes naciones, la DIAN con sus dientes afilados para atraparlos.

La Convención de Estraburgo de la OCDE, ratificada por Colombia mediante la Ley 1661 de 2013, permite a los estados firmantes comprometerse entre ellos ha prestar asistencia administrativa mutua en asuntos fiscales, que hoy se requiere como un salvavidas para perseguir a los evasores de impuestos y el fortalecimiento de las finanzas públicas de cada uno de los estados que hacen parte del tratado. Así no sería fácil llevarse el dinero del país y guardarlo en el extranjero como antes.

Con este apoyo de los países que hacen parte de OCDE, llevarse la plata como fruto de utilidades ocultas o de grandes negocios ilícitos entre empresarios y funcionarios públicos no sería asunto de tan rápida ejecución. Detrás estaría la acción de las naciones víctimas y el apoyo de las que tienen la potestad de investigar, indagar y denunciar las riquezas ocultas y mal habidas depositas en el extranjero.

La convención surge de un nuevo ambiente de cooperación, como un instrumento multilateral que permita al mayor número de Estados posible, obtener los beneficios del nuevo ambiente de apoyo. Reiterando la necesidad de implementar los más altos estándares de investigación, como dinámica del movimiento internacional de personas, capitales, mercancías y servicios - a pesar de ser altamente beneficioso por sí mismo - ha incrementado las posibilidades de elusión y evasión fiscal y la cooperación entre autoridades fiscales.

La asistencia administratiava comprende el intercambio de información, incluyendo auditorías fiscales simultáneas y participación en auditorías en el extranjero; asistencia en el cobro, incluyendo el establecimiento de medidas cautelares; y la notificación o traslado de documentos. Bajo la lupa de la convención, quedan cobijados personas, empresarios evasores mañosos y funcionarios públicos acostumbrados a ocultar bienes en otros países. Hay sanción penal para los que pretendan evadir y eludir. La nación, los departamentos y los municipios tendrían la posibilidad de recuperar lo llevado en el bolsillo por los empleados corruptos.


POSDATA: Para lo que piden los maestros, los pensionados, los asalariados y los pobres que viven en tugurios, no hay plata. Pero para lo que viene, si hay. Pronto llegarán las elecciones y veremos cómo el fruto de todos los colombianos, que son los impuestos, se entregan a raudales a los políticos regionales.

(17-05-17)

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