¿Qué vamos a hacer con los cacos? La única salida es
llevarlos a las cárceles y quitarles la plata que se han robado, ya sea de
propiedad del Estado (nación, departamento, distrito o municipio) o de los
ahorradores. Se necesita que la acción de los órganos de control sea más
eficiente y oportuna; especialmente en la etapa de investigación, la cual es todavía
precaria, al comprobarse que mientras la fiscalía captura, los jueces el día
siguiente sueltan, o mandan para la casa.
En virtud de esas decisiones que la gente no entiende, crece
la desconfianza en la justicia. Y la órden de captura se convierte en una
debilidad de la fiscalía y un instrumento mediático que apenas le sirve a la
prensa nacional o local para llenar los espacios noticiosos, pero sin ningún
beneficio para la opinion pública y la administración de justicia.
Mientras al
delincuente no se le ponga tras las rejas, la ley permita que los jueces sigan
concediendo casa por cárcel, haya rebajas de penas por denunciar asuntos de
menor calibre y no se les quite la plata quilmada, es previsible, que para los
pillos, vale la pena continuar en el negocio de robar.
Casi siempre se responde de que esto sucede porque la ley
así lo señala. Partiendo de que la ley lo indique: ¿dónde está el Fiscal
General de la Nación o el Ministro de Justicia, que son los llamados a enmendar
o corregir la ley penal para evitarlo? Pues es apenas natural que este tipo de
enmienda no es fácil de tramitar en un país en donde una mayoría del congreso
de la república es beneficiaria de la actual legislación.
La gran mayoría de los parlamentarios tienen en su
inventario a mucha gente, a familiares, a amigos y a aportantes de sus campañas
políticas, que en largo tiempo han vivido del CVY, y que en las actuales
circunstancias, no estaría dispuesta a ceder esa ganancia de la ley penal.
El barrido de la operación “bolsillo de cristal”, que el
Fiscal General Humberto Martínez, emprendió, a principios de mayo, recorriendo
varios municipios del departamento de Córdoba, incluida su capital, sorprendió
a la comunidad; aunque se estimaba necesaria frente a los ires y venires de
comentarios de los ciudadanos en los parques, calles, plazas y cafés, para la
moral pública había que aclarar. Finalmente, el paquete de capturas comprobó
que algo estaba pasando en el palacio de Naín y sus alrededores.
POSDATA: Todavía
los trabajadores sienten el golpe que el Ministro de Hacienda, Mauricio
Cárdenas, les dió a los asalariados con el aumento del IVA y en
contraprestación, decretar un precario incremento del salario mínimo mensual. La
ex ministra de trabajo, Clara López, que tuvo que ver con esto, ahora funge de
candidata presidencial. ¡En qué país estamos!
(02-06-17)