¿Hacia dónde van las contralorías
regionales: departamentales, municipales y distritales?. Hoy tienen poco
futuro; la mayoría, con el mal trabajo que hacen y el resultado que presentan
están contribuyendo a su autodestrucción. A pesar de que tienen una gran
responsabilidad en materia de vigilancia y control sobre los recursos
presupuestales de propiedad de las entidades territoriales, omiten y nunca
concluyen la gestión. Tanto que no ven, que teniendo las irregularidades en sus
propias narices, el corrupto se vuela con el botín.
Contra ellas, están los indignados, es la
gente descontenta por los precarios balances que muestran los contralores
territoriales. En tanto, el ciudadano observa que el delito pasa por debajo de
los dormitorios de unos encumbrados jefes sin que sientan al enemigo...